EL 27 de febrero de 1940 la imagen de dos mujeres inglesas delante de unas barricadas construidas con sacos de arena y vestidas con la reglamentaria máscara antigás ocupó la que sería la primera portada de la revista SEMANA. Costó 50 céntimos, solo se pudo imprimir en bicolor y tan solo constó de 48 páginas porque las restricciones y las dificultades de la época a duras penas dieron para nada más. 

Sin embargo, el aplauso fue unánime. Los ilusionados lectores acogieron con júbilo la publicación y enseguida se agotó la edición. Ni las penurias que arrastró el fin de la Guerra Civil en España ni una Guerra Mundial en ciernes pudieron con el entusiasmo de un pueblo que encontró en las páginas de SEMANA una nueva manera de informarse y, sobre todo, entretenerse. Aquella portada supuso el inicio de un largo camino que hoy, 85 años después, la ha convertido en la revista de difusión semanal más antigua de Europa.

Pero empecemos desde el principio porque, como decimos, el arranque de esta publicación se produjo en el contexto más desolador. Solo hacía unos meses que había terminado la Guerra Civil, la tinta y el papel escaseaban (como todo, en general), las infraestructuras (carreteras, electricidad…) estaban destruidas y la censura había llegado para quedarse una larga temporada.

La revista SEMANA cumple 85 años

La revista SEMANA cumple 85 años

SEMANA

No iba a ser sencillo, pero el buen hacer del escritor Manuel Halcón y el periodista Manuel Aznar (abuelo del expresidente del Gobierno José María Aznar) y el tesón de Luis Montiel, propietario de los talleres y la redacción, ganaron la partida a todos los estragos. Con firmeza, aquel invierno de 1940 se apostó por un nuevo periodismo y la historia se encargó de confirmar que no estaban equivocados. 

Así arrancó la aventura que hoy nos ocupa. Con las miras siempre puestas en entretener a una población desolada tras la guerra, por las portadas de SEMANA comenzaron a desfilar en esos años 40 aquellos personajes que los hacían soñar. ¿Y dónde se podía soñar mientras Europa se llenaba de pólvora y sangre? En Hollywood. 

Clark Gable, Greta Garbo, Liz Taylor… se convirtieron en los protagonistas de nuestras páginas. Ellos dieron paso enseguida a otros ídolos patrios como Concha Piquer, Estrellita Castro o Imperio Argentina. Los lectores admiraban sus vidas y lo querían saber todo de ellas. 

Una revista cara

Poco a poco, aquella revista fue incorporando nuevas plumas que la dotaron de gran prestigio. El primer escritor en narrar sus memorias en ella no fue otro que Pío Baroja. El autor de El árbol y la ciencia fue el primero en contar sus avatares en unas memorias que se convertirían en una seña de identidad de SEMANA. La revista ha publicado en exclusiva a lo largo de sus 85 años las memorias de Mayra Gómez Kemp o la mismísima Celia Gámez, que en 1984 supusieron un bombazo. 

Isabel Pantoja leyendo un ejemplar de SEMANA

Isabel Pantoja leyendo un ejemplar de SEMANA

SEMANA

A partir de 1959 SEMANA empezó a costar cinco pesetas. Nunca se consideró una revista barata, pero la buena calidad de su papel, de sus fotos y de sus textos supieron justificar ante el lector aquel exceso. Hoy, ejemplares de hace más de 50 o 60 años, se venden como reliquias en perfecto estado gracias a aquella apuesta por la calidad. 

Y el color, como no podía ser de otra manera, contribuyó a mejorar la apariencia
de la revista. Las portadas empezaron a protagonizarlas las llamadas Bellezas españolas, (mujeres como Cayetana de Alba, Natalia Figueroa o Pitita Ridruejo) y sus rostros atrajeron a un gran número de lectores. 

Los Reyes Felipe y Letizia durante el 75 aniversario de SEMANA

Los Reyes Felipe y Letizia durante el 75 aniversario de SEMANA

SEMANA

Las grandes figuras del cine o la aristocracia terminaron imponiéndose a los sucesos o a las noticias informativas y la esencia de esa SEMANA que hoy conocemos comenzó a fraguarse. “El tiempo de los visillos corridos para fisgar a los vecinos de enfrente ha concluido. Se han ido dibujando firmemente figuras nacionales y extranjeras de cuya intimidad quieren las españolas -también los españoles- participar. 

Aristócratas, cantantes, tonadilleras, mujeres de la jet set, toreros, actores, presentadores de televisión atraen ahora las miradas. Se quiere participar de sus alegrías, de sus penas e incluso de sus trances más o menos escandalosos”, escribió el entonces director de SEMANA, Luis González de Linares, en 1977 haciendo un retrato perfecto de lo que querían ahora sus queridos lectores.

Con él, con González de Linares, arrancó en 1966 una nueva época que tuvo como protagonistas a los futuros reyes de España. Don Juan Carlos y Doña Sofía, entonces príncipes, visitaron la redacción de SEMANA para conocer de primera mano los entresijos de una redacción que había lanzado en 1967 un coleccionable sobre Alfonso XIII, abuelo de Don Juan Carlos. 

Carmina Ordoñez leyendo un ejemplar de la revista SEMANA

Carmina Ordoñez leyendo un ejemplar de la revista SEMANA

SEMANA

Aquella visita puso de manifiesto la relevancia de SEMANA como publicación y dio el pistoletazo de salida a dos décadas que se han considerado como la edad de oro de la prensa del corazón, los 70 y los 80. 

Julio Iglesias, Rocío Jurado, Carmen MartínezBordiú, Massiel, Manolo Escobar, Camilo Sesto… junto a personajes clave de la jet set marbellí o de telenovelas de éxito como Dallas o Dinastía copaban las portadas de SEMANA haciendo las delicias de sus lectores. Por entonces, todavía se redactaba con máquinas de escribir, se hacían entrevistas con bolígrafo y libreta, se tomaban las fotos con cámara de carrete y se maquetaba utilizando un lápiz y el tipómetro. Sin embargo, las páginas de la revista (que ya costaba 100 pesetas en 1983) hervían de vida y color y la llegada del ordenador ya quedaba a la vuelta de la esquina. 

El relevo

Fue en los 90 y las nuevas tecnologías revolucionaron nuestra redacción. Con mayores facilidades y, sobre todo, con más tiempo para poder disfrutar de su oficio, los periodistas de SEMANA hicieron de esa década una de las más fructíferas. 

El relevo generacional en los personajes era un hecho y aquellos, como por ejemplo Rocío Jurado, que en su día recibieron a SEMANA en sus casas o en el hospital para dar a conocer a sus hijos, cedieron el protagonismo precisamente a ellos, a sus vástagos. Fran Rivera, Rocío Carrasco o Chabeli Iglesias eran las nuevas estrellas de la prensa rosa (con permiso, por supuesto, de Estefanía y Carolina de Mónaco que siempre tenían su hueco en nuestras páginas por su belleza, estilo y sus avatares sentimentales). 

Foto histórica de SEMANA con los Reyes Juan Carlos y Sofía

Foto histórica de SEMANA con los Reyes Juan Carlos y Sofía

SEMANA

Llegó el siglo XXI y a SEMANA aún le quedaba un largo camino por recorrer. El príncipe Felipe tenía que enamorarse, desenamorarse y volverse a enamorar. Sartorius, Eva Sannum y, por supuesto, Letizia Ortiz han sido protagonistas indiscutibles de estos últimos 25 años. Con sus rostros en portada, la revista se modernizó y vivió nuevos tiempos. 

Con el cambio de pesetas a euros en el 2000, SEMANA comenzó a costar 1,50 euros aunque subió a 1,80 en apenas unos meses. En ese año se jubiló Julián Navarro, que había sido desde 1965 subdirector y desde 1991 director, y se incorporó Charo Carracedo. Ella estuvo al frente de la revista hasta 2017 y desde ese año es Jorge Borrajo el que la capitanea con destreza. Desde 2007, además, RBA entró a formar
parte del accionariado. 

En estas últimas décadas se han vivido tiempos convulsos, pero SEMANA ha demostrado ser tan firme y flexible como un junco. Ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y hoy, 85 años después, continúa siendo una cabecera referente en la prensa del corazón. 

Para conocer y, de paso, reconocer este buen hacer de la revista, Don Felipe y Doña Letizia recibieron en 2015 a nuestro equipo en La Zarzuela coincidiendo con el 75 aniversario de SEMANA. Aquella visita arrancó varias felicitaciones del Rey y, cómo no, despertó el interés de una Doña Letizia siempre curiosa. 

Una década después, SEMANA continúa en la brecha, apostando por la calidad y la actualidad, en la revista, en la web (www.semana.es) y en sus redes sociales. Y lo hace en un escenario diferente desde que en 2013 se cambiase la ubicación de su sede a la Avenida de Burgos de Madrid. La redacción lleva allí ya más de 10 años, pero
para muchos, SEMANA sigue siendo aquella revista de la Cuesta de San Vicente donde un cartel de forja anunciaba su presencia. No van desencaminados quienes así la recuerdan. Nuestra esencia sigue siendo la misma.