Este jueves, Anabel Pantoja ha regresado a 'Sálvame' de tres meses de ausencia. Tras su fractura en el peroné y ante las restricciones por el coronavirus, la colaboradora ha preferido intervenir con el programa desde su casa en Gran Canaria, pero en la primera semana de 2021, por fin, ha vuelto a ocupar su sillón en el espacio de Telecinco. Allí ha abordado, una vez más, la problemática del clan Pantoja. Admitía estar "un poco nerviosa" porque las declaraciones que ha realizado desde su domicilio han sido muy criticadas por sus compañeros.

"La situación en mi familia es difícil"

"He tenido conexiones que no me siento orgullosa de ellas. Estaba en una situación rara, tan lejos. Y el Skype es un poco traicionero. La situación en mi familia es difícil. Me ponía nerviosa y no sabía cómo tirar y ha habido situaciones complicadas. Pero no me he desconectado nunca. Cada vez que Kiko hacía una declaración o salía una noticia yo me he conectado al día siguiente con vosotros", decía. La andaluza, cansada de las acusaciones de sus compañeros, quienes la tachan de mojarse poco al hablar de su familia, ha dejado claro que contará lo que considere oportuno: "Mi opinión la tenéis. ¿Que no es lo que queréis escuchar? Yo lo entiendo. Queréis a lo mejor que me ponga de un lado o me ponga de otro".

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Tampoco está dispuesta a cruzar ciertos límites por trabajar donde trabaja. "Yo lo tengo claro. Entiendo que esto es un programa espectáculo, un programa en el que hay que dar un paso, dar una opinión. Y yo la voy a dar, pero hasta donde yo quiera porque esa es la libertad que me han dado mis directores”, explicaba.

"No voy a perder a mi familia por hablar más de la cuenta"

“Cuando mis directores me dicen 'no, por aquí no... tú tienes que llegar hasta aquí' entonces a lo mejor no estaré en el programa, pero ellos me han dado libertad para llegar donde yo quiera llegar y yo no voy a perder a mi familia, como la tenga, por hablar en este programa más de la cuenta”.




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En la guerra abierto entre su primo, Kiko Rivera, y su tía, Isabel Pantoja, la colaboradora se siente entre la espada y la pared. Lo ha pasado muy mal y en la mayoría de las veces que le ha tocado dar la cara en 'Sálvame' ha intentado ser lo más políticamente correcta, para evitar tensar más la cuerda entre los miembros de su familia. Respecto a esta cuestión, Anabel ha dejado claro que ninguno de sus familiares le ha pedido que no hable de determinados asuntos. "A mí ellos no me han puesto una raya en plan 'si pasas por ahí nada'. Los conozco muy bien, llevo 34 años a su lado. Nadie me ha dicho lo que yo tenga que hacer o en qué lado me tengo que posicionar. Se me ha aconsejado simplemente... Me pongo como un cascarón de huevo porque no quiero estar en medio", zanjaba.

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Quien ha hecho nuevas declaraciones sobre la tormenta desatada en Cantora ha sido Kiko Rivera. El DJ, que recientemente se disfrazó de rey mago para participar en un polémico bolo junto a su amigo Omar Montes, ha recordado que la posibilidad de una reconciliación con su madre es prácticamente imposible. Ha intentado mediar y establecer un diálogo con su progenitora, pero "siempre está a la defensiva, es la que peor lo pasa y lo que más le duele". Con esa actitud le resulta muy complicado un acercamiento que, a día de hoy, sigue sin producirse. Y en el que su prima tampoco puede aportar gran cosa. Anabel Pantoja ha admitido en varias ocasiones que ha intentado mediar para que las cosas se calmen, que ha procurado no avivar más la llama. Pero la tensión es máxima y, de momento, poco puede hacer para que alguno de sus seres queridos dé su brazo a torcer y reine de nuevo la paz en el seno de su familia.