No corren buenos tiempos para la familia real española. Al ingreso de Iñaki Urdangarin en la prisión de Brieva para cumplir la sentencia del caso Nóos, se suma el escándalo desatado por los audios que se han filtrado entre el rey Juan Carlos y la princesa Corinna.

Es manifiesto que existe un clima de tensión y nerviosismo entre los integrantes de la monarquía española, que ha quedado claro que afecta a sus miembros, como demostró la infanta Elena en su última aparición pública.
La hija del monarca emérito era una de las participantes del Concurso de Saltos Internacional de Casas Novas, en Galicia, y aunque la hípica es uno de sus deportes favoritos, lo cierto es que no acabó siendo un buen día para Doña Elena, a juzgar por sus gestos.
Según desvela el diario LOOK, la duquesa de Lugo se mostró muy nerviosa y agitada prácticamente desde el momento en que piso las instalaciones del club de hípica y se percató de la presencia de los fotógrafos.
Con el objetivo de dejar de ser fotografiada, no dudó en encararse con la prensa acreditada: “Ya está bien, ¿no?”, les dijo muy molesta.
Como no consiguió lo que quería, acudió a la seguridad del evento, para que le ayudasen en su tarea de no salir en ninguna instantánea, a pesar de ser un torneo deportivo de carácter público. Incluso llegó a preguntar a la prensa que por qué le hacían fotos.