No está previsto que Amalia de Holanda reciba su asignación hasta 2025, aunque ella tiene claro qué hará con su dinero. Tras muchos meses dándole vueltas, la princesa de Orange ha llegado a una firme conclusión, una decisión que ella se niega a esconder. Al igual que tampoco lo hizo cuando salió a la luz la carta que ella misma había escrito de su puño y letra al primer ministro holandés, Mark Rutte, a quien le comunicó su deseo de empezar a cobrar su atribución económica. 

A la heredera al trono le corresponde una paga total de 1,5 millones de euros al año y, aunque renunció a esta cuando tenía 18 años, ha cambiado de opinión. Su intención es ejercer como princesa de "forma autónoma e independiente" de aquí a unos meses, siendo ahí cuando cree que podría cobrarlo. 

Será entonces cuando empiece a tener gastos de personal, materiales, una secretaría y necesite, además, un lugar donde vivir y trabajar. Mientras tanto no tiene en mente utilizar la partida adicional que se destina a sus estudios, la cual está fijada en 322.000 euros, cantidad, por cierto, libre de impuestos. Pero, ¿cuál es el plan de Amalia respecto a su dinero?, ¿ha cambiado de parecer en los últimos días?

En el tradicional posado de verano en los jardines del Palacio Huis ten Bosch, en La Haya, varios periodistas plantearon la duda. Justo después de las fotos ella se enfrentó a varias incómodas preguntas, pues eran muchos los que querían saber si sus planes habían cambiado. 

La llamativa frase de Amalia de Holanda

Amalia de Holanda tiene más que claro que el dinero que ahora reclama acabará en su bolsillo. No será para despilfarrarlo, sino todo lo contrario. "Es para guardarlo", comentó, dejando ver que hará hucha. Al menos hasta que finalice sus estudios de Política, Economía, Derecho y Psicología en la Universidad de Ámsterdam

Si bien en su día fue muy aplaudida su decisión de devolver todo el dinero a las arcas del Estado, ahora pocos entienden este giro de guion. Fue ella misma la que se refirió a una "circunstancia sorprendente" como el motivo de su cambio de opinión. Aunque no entró en detalles, todo el mundo pensó en la amenaza de secuestro que sufrió por parte de la mafia holandesa. 

Amalia de Holanda dejó atrás su vida en los Países Bajos para mudarse a Madrid, donde estuvo blindada y protegida por el Rey Felipe. Así lo reveló su padre, Guillermo de Holanda, en un discurso durante una cena de gala a mediados del pasado mes de abril. "El año pasado las circunstancias la obligaron a vivir en Madrid. Fue posible gracias a los amables esfuerzos de muchos de sus compatriotas y de usted mismo. Un conmovedor ejemplo de amistad en un momento difícil", dijo Guillermo Alejandro. 

La hija del Rey Guillermo ha estado en primera línea mediática desde saliera a la luz la fuga de Karim, el líder de la 'Mocro Maffia' que la amenazó. Un tremendo susto por el que su familia reforzó la seguridad y que, a buen seguro, le habrá removido lo vivido durante los últimos meses. Tanto en lo que respecta a ella como al resto de familia. 

La princesa heredera podrá contar a partir del mes de enero de 2025 con la asignación que conlleva su cargo. Una operación económica para la que ya ha comenzado la cuenta atrás y sobre la que las altas esferas ya se han pronunciado. Nos referimos al primer ministro, Rutte, quien se mojó en una cadena de televisión llamada RTL. "Entiendo que quiera abordar las cosas de manera independiente, como hicieron en el pasado su abuela y su padre, el actual soberano". 

Tras estar en la diana del crimen organizado, Amalia de Holanda empieza a tener claro cómo quiere que sea su futuro. No ha sido fácil saberlo, tampoco compartirlo en voz alta, a pesar de las críticas que eso iba a conllevar. En plena pandemia se dirigió a sus compatriotas para desvelar la razón por la que rechazaba la famosa asignación. En aquel entonces, dijo sentirse "incómoda", ya que otros estudiantes se enfrentaban a muchas más dificultades", por lo que dio un paso atrás. 

La Casa Real Holandesa la más cara de Europa

En los últimos años han copado titulares por ser considerados como la Casa Real más cara de Europa. No solo por el presupuesto anual que se destina para ellos -más de 50 millones de euros-, sino por otros detalles como el dinero que gastaron para reformar su palacio. Más de 60 millones de euros para reformar por completo Huis ten Bosch, donde no dejaron un detalle a la improvisación.