Desde hace algún tiempo nos recomiendan decirnos a nosotras mismas lo maravillosas que somos y repetirnos ante el espejo lo mucho que valemos, aunque en realidad nos estemos sintiendo mal por dentro, como si esas afirmaciones pudieran borrar de un plumazo nuestro malestar interior. ¿Y si dejamos de exigirnos estar bien, vernos bien y sentirnos bien y dejamos paso a un cuidado interno más sostenible y real? La psicóloga Ana Morales toca todas las teclas de un tema que nos acerca un poco más a la felicidad y al bienestar emocional: el body kindness.

¿Qué es el body kindness?

Dejamos a un lado el tener que gustarte, el ‘obligarte’ a estar bien siempre y llegamos a un espacio donde el autocuidado no es algo impuesto y obligatorio. “Body kindness es, básicamente, tratarte como tratarías a alguien que te importa. Hablarte sin insultos. Escucharte sin juicio. Cuidarte sin convertirlo en castigo”, explica Ana Morales.

La psicóloga expone que body kindness no es 'me tiene que encantar mi cuerpo a todas horas’, ni ‘todo vale y me como el universo porque yo me quiero’. No. “Es preguntarte: ¿esto me cuida de verdad? ¿Me sienta bien a corto y a largo plazo? Y desde ahí, tomar decisiones. A veces será elegir fruta. A veces será comerte un croissant sin culpa. A veces será quedarte en casa en chándal y a veces salir con pintalabios rojo solo porque sí”.

Body kindness

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Este tipo de lenguaje interno o esta manera de tratarnos ¿cómo afecta a nuestra felicidad? “Afecta a nuestra felicidad porque desmonta ese discurso de que tienes que cambiar para merecerte bienestar. Lo colocas al revés: empiezas a tratarte bien ahora, tal como estás. Y, curiosamente, cuando te tratas mejor… empiezas a sentirte mejor”, asegura Morales.

Practicar body kindness tiene muchos beneficio: “Deja de doler tanto existir. Cuando no estás todo el día midiéndote, juzgándote o castigándote, respiras mejor. Cambia la forma en que comes, te mueves, eliges ropa o haces planes. Porque ya no lo haces para encajar, sino para sentirte bien. Y eso se nota. Además, mejora tu relación contigo y con los demás”, señala la experta.

Body kindness, body positive y body neutrality

Aunque pueden sonar parecidos y llevar a confusión, Ana Morales apunta que se trata de tres conceptos que parecen lo mismo, pero no lo son:

  • El body positive dice: “quiero a mi cuerpo tal como es”. Está genial, pero a veces inalcanzable. Hay días que no te gustas y punto.
  • El body neutrality baja el volumen: “no hace falta que lo ames, basta con que no lo odies”. Más realista, menos presión. Puedes no estar enamorada de tu barriga, pero no necesitas torturarla. Te centras en lo que tu cuerpo hace por ti, no en cómo se ve.
  • El body kindness te dice: “oye, seas del team amor o del team indiferencia… trátate bien igual”. No importa si hoy te ves estupenda o estás de morros con el espejo. Igual te mereces un buen trato. Es salir del juicio para entrar en el cuidado. No se trata de sentir bonito. Se trata de actuar con cariño, incluso cuando no estás en tu mejor día.
Body Kindness

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Estrategias para practicar body kindness

La forma de integrar body kindness es tu día a día es practicando, entrenando a diario. Estas son algunas de las recomendaciones de Ana Morales:

  • Te miras al espejo sin insultarte. Aunque solo sea un día. Aunque sea con una ceja levantada. Vale.
  • Comes sin culpa. Ni por lo que comiste ayer ni por lo que vas a comer mañana. Comes para nutrirte, para disfrutar. No para castigarte.
  • Ponte crema en el cuerpo no para cambiarlo, sino para cuidarte y mimarte.
  • Te mueves porque te apetece, no para quemar la tostada del desayuno o porque ayer te pasaste.
  • Te hablas con la misma ternura que le hablarías a tu mejor amiga en un día malo.
  • Te dices algo bonito al final del día, aunque solo sea “lo estás intentando”.
  • Te pones la ropa que te guste HOY, no cuando pierdas 5 kilos.
  • Te paras a descansar sin justificarlo con 40 cosas antes como si sintieras que tienes que ganártelo.
  • Pones límites cuando el entorno empieza con el tema de la dieta, las calorías o el “cómo te has puesto”. Puedes cambiar de tema, salir del grupo de WhatsApp o simplemente decir: “prefiero no hablar de cuerpos”.
  • Te das gusto sin esperar a tener “permiso”. Te compras flores, te echas una siesta, te das un baño largo, te pones ese vestido que te gusta aunque hoy no sea “un buen día”.
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Según la experta, no se trata de hacerlo perfecto. Se trata de empezar a hacerte caso. De incluirte en tus propios cuidados, aunque al principio solo sea con cinco minutos de silencio o con dejar de machacarte mentalmente cada vez que te ves en una foto. No hay una fórmula mágica. Hay elecciones pequeñas cada día. Y esas, repetidas, hacen milagros.

Body kindness es también saber parar cuándo estás agotada. No hablarte mal cuando te cuesta un botón del pantalón. Dejar de decir “mañana empiezo” y empezar a decir “hoy me trato bien, así como estoy”.