En un universo saturado de celebridades que claman atención a golpe de estampados maximalistas, transparencias estratégicas y poses estudiadas al milímetro, hay figuras que eligen un camino opuesto: el del estilo sin estridencias. Hoy nos detenemos en una de ellas. Sira Martínez, hija del actual entrenador del París Saint-Germain —club que ayer mismo se alzó con la Champions League tras una final de infarto—, no necesita un título continental ni una portada en un kiosco para brillar. Su luz es otra: constante, serena y absolutamente arrolladora.

Podría parecer una “it girl” de manual, pero lo cierto es que Sira ha ido cultivando con pulso firme una imagen que le es propia, coherente, reconocible y tremendamente elegante. A través de su perfil de Instagram (@siramartinezc), donde comparte fragmentos de su día a día —desde sus rutinas ecuestres hasta apariciones en eventos de moda—, la joven amazona proyecta una visión de la moda sofisticada y personalísima. Y aunque nunca ha necesitado levantar la voz ni recurrir al artificio, lo cierto es que su armario habla muy claro de su estilo.

El estilo de Sira Martinez, hija de Luis Enrique, una amazona con mirada estética

Decir que ser jinete imprime carácter no es ninguna novedad. Pero en el caso de Sira, ese vínculo con la equitación parece haber dejado poso también en su forma de entender el arte 'del buen vestir'. Hay algo en su silueta —esa postura erguida, esa firmeza serena— que se traslada a su estilo. Las prendas que escoge suelen tener estructura, presencia y muchas tendencias, sin caer en el disfraz. En sus looks se adivina una educación visual donde la naturalidad convive con el refinamiento: chalecos, camisas fluidas, crop tops, pantalones de pinzas, botas de cuero liso, gafas con montura clásica... Y, de vez en cuando, algún gesto de coquetería que recuerda que, además de amazona, es una joven con alma de fashionista.

Sira Martinez: la más discreta influencer 

La hija de Luis Enrique no vive de las redes, pero sabe utilizarlas con inteligencia. No inunda su feed con promociones ni se presta al fast content de usar y tirar. Sus colaboraciones —contadas y muy bien escogidas— se alinean con su estética y sus valores. Brownie y Hoff, por ejemplo, son dos firmas que han contado con ella en campañas que, lejos de lo estridente, han apostado por esa belleza sobria y limpia que ella encarna tan bien. Brownie, con su aire adolescente sofisticado; Hoff, con ese concepto urbano-minimal que convierte cada sneaker en una pieza de diseño. En ambas casas, Sira ha encajado como un guante.

Y lo más interesante es que, aunque su entorno le permitiría derrochar o vestir lujo sin medida, Sira elige con conciencia. Su armario es una mezcla armónica de marcas asequibles con piezas de autor. Un equilibrio que no solo responde a la estética, sino también a una forma de estar en el mundo. El verdadero lujo —el de verdad— nunca ha sido el que se vuelve loco con la logomanía más evidente. 

Prendas que construyen una identidad

Cuando una persona joven tiene estilo, no necesita recurrir a las tendencias de temporada como única guía. Y eso es lo que ocurre con Sira Martínez. Lejos de los dictados caprichosos del la moda rápida y las efímeras microtendencias, su forma de vestir se basa en básicos bien pensados, mezclados con prendas que están en boga: americanas estructuradas, pantalones de tiro alto, vestidos midi de tejidos ligeros, camisetas de algodónpremium, sudaderas de estilo comfy y un claro gusto por la calidad. 

En sus estilismos predominan los blancos rotos, beiges, verdes oliva, azul marino y ese tejido denim que parece haber sido inventado para ella. A menudo añade texturas naturales —como el lino, el algodón lavado o el ante— que refuerzan ese aire effortless chic tan suyo. Y cuando se permite algún guiño más atrevido, lo hace con inteligencia: unas botas cowboy, estampados retro, cierto toque boho en blusas, o un abrigo sastre de silueta masculina.

Lo que resulta admirable en Sira es su coherencia visual: todo en ella respira autenticidad. Ninguna prenda parece impostada. Y ese es quizá el mayor triunfo de su armario. 

Una coleccionista de lujo silencioso

Pero si hay algo que delata su querencia por el savoir-faire de la moda de lujo, es su colección de bolsos. Aquí sí que Sira se rinde ante las tentadoras delicias de los  caprichos. En sus publicaciones se cuelan modelos emblemáticos de firmas como Dior, Michael Kors, Chanel, Telfar —sí, también ha apostado por esta marca de culto neoyorquina que redefine el quiet luxury— y cómo no, Hermès.

Y es que en el universo de los bolsos, como en el de los caballos, hay linajes que se reconocen de lejos. Y Sira ha sabido seleccionar cada pieza con la misma precisión con la que un jinete elige la montura adecuada para cada carrera.

Una de las grandes fortalezas del estilo de Sira Martínez es su capacidad para inspirar con looks casuales que nunca caen en la banalidad. Sus outfits de diario —los que cuelga en su perfil sin buscar la pose— tienen esa cualidad difícil de la elegancia sin pretensión. Un pantalón bien cortado con una camisa blanca abierta sobre un top minimal, zapatillas impolutas y un bolso de lujo como único statement. Ese sería, probablemente, su uniforme mental.

Su pelo, casi siempre suelto, con ondas naturales o recogido de forma relajada, contribuye a reforzar esa estética limpia, sencilla pero poderosa. El maquillaje es otro punto a destacar: discreto, de piel jugosa y poca sombra. Nada de artificios. Lo justo para resaltar, no para ocultar.

Como amazona, ha aprendido a leer los gestos más sutiles. Como mujer joven, ha optado por un lujo silencioso que no se pasa de frenada. Y como hija de una figura pública tan mediática como Luis Enrique, ha sabido construir su identidad lejos del ruido, pero muy cerca del estilo.