En pleno corazón de Madrid, en un edificio con historia situado en el paseo del Pintor Rosales, se esconde el hogar de una de las parejas más queridas del cine: la actriz Anabel Alonsoy su mujer, la dramaturga y directora argentina Heidi Steinhardt. El ático en el que residen no solo refleja el estilo acogedor y bohemio de ambas, sino que se ha convertido en su verdadero refugio donde están criando a su primer hijo. La vivienda cuenta con amplias estancias comunes, de estilo minimalista y con un estudio abuhardillado que se convierte en la joya de la casa. Te contamos todos los detalles.
El ático de Anabel Alonso situado en el paseo Pintor Rosales en Madrid
Ubicado en una de las zonas más céntricas de la capital, el ático destaca por su distribución abuhardillada, estancias diáfanas y una amplia terraza exterior que ofrece unas impresionantes vistas del skyline madrileño. Lejos de vivir con grandes lujos, aunque este barrio de Madrid es uno de los más exclusivos, la vivienda combina funcionalidad y diseño, algo que las dos han sabido reflejar tanto en la decoración como en el uso que hacen de los espacios los cuales han tenido que redefinir tras la llegada de su primer hijo.
El inmueble se estructura en dos niveles. En la planta baja se encuentra una zona abierta que integra el salón, el comedor y la cocina, todo ello bajo techos inclinados que transmiten una mayor sensación de calidez a la estancia. Las vigas de madera a la vista pintadas de blanco, uno de los elementos más llamativos del ático que recuerda a las casas rurales, pero fusionado con detalles decorativos modernos que han integrado a través de la decoración. En esta misma planta también hay un aseo y una zona de trabajo, que sirve como rincón de escritura y lectura para Heidi, guionista y coordinadora teatral.
La luz natural es uno de los puntos fuertes del ático. Gracias a las múltiplesventanas con las que cuenta la primera planta de la vivienda, el espacio se inunda de claridad durante todo el día, creando una atmósfera tranquila y cálida muy agradable. Este detalle no solo embellece el interior, sino que también potencia la conexión entre el interior y el exterior de la vivienda, algo especialmente evidente en la terraza, uno de los rincones favoritos de la pareja.
La terraza de gran tamaño, cuenta con zona de comedor al aire libre y varios rincones decorados con plantas naturales, farolillos de luz cálida y textiles de exterior. Desde allí, se puede disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de Madrid, con el horizonte de tejados antiguos y la silueta de algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Este espacio ha sido protagonista de numerosas publicaciones en redes sociales, donde Anabel Alonso comparte con frecuencia momentos familiares junto a Heidi y su hijo en común.
La pareja reformó el ático con el objetivo de adaptarlo a sus necesidades familiares. Desde que en 2020 nació su hijo, fruto de un proceso de gestación llevado a cabo por Heidi, el espacio se ha reorganizado para integrar también una pequeña habitación infantil y más zonas de almacenamiento. El ático no es una vivienda de grandes lujos, pero sí está lleno de detalles que reflejan la vida que comparten Anabel y Heidi: cuadros, fotografías personales, libros y guiones.
La estética del ático de Anabel Alonso y Heidi Steinhardt combina lo funcional con lo personal y el diseño. No es una casa de revista con decoración fría y minimalista, sino un hogar vivido, lleno de alma y recuerdos. Libros amontonados, fotografías en blanco y negro, carteles de teatro y elementos artesanales hablan de la carrera artística de ambas y del fuerte vínculo que mantienen con el cine. La vivienda también sirve como base para sus proyectos profesionales. Desde allí, Heidi escribe, prepara obras y coordina proyectos interpretativos. Anabel, por su parte, repasa guiones, ensaya o graba vídeos para redes sociales.
Además, el ático está gestionado a nivel patrimonial a través de una de las empresas que comparten Anabel y Heidi. Ambas tienen en común una sociedad con sede en Madrid desde la que gestionan tanto sus actividades artísticas como la propiedad del inmueble. En definitiva, el ático madrileño de Anabel Alonso y Heidi Steinhardt no solo es una vivienda, sino un reflejo de su forma de vivir, de su compromiso con la cultura, de su historia de amor y de la familia que han formado junto a su hijo de casi cinco años. En un mundo donde muchas veces lo superficial prima, su hogar se presenta como un espacio lleno de vida, construido desde el cariño y el amor mutuo.