Es la estación del año en la que, sin duda, nuestros pies pueden parecer más relajados y liberados pero no siempre es así. Son varios los enemigos a los que deben enfrentarse a diario: humedad, sol, arena y sal. Por eso es el momento de prestarles los cuidados y atenciones que no suelen recibir a diario.

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¿Cómo conseguir tener los pies suaves y sin durezas?

Lo primero que debemos hacer es escoger un calzado adecuado y cómodo. Que transpire, que asegure la correcta sujeción y de calidad, evitando así ampollas y grietas. Si además vas a practicar trekking, prepáralos. ¿Cómo? hidratando la piel por la noche con una crema que contenga urea. Y no olvides aplicar polvos de talco en los calcetines antes de iniciar la marcha. En piscinas y zonas comunes las chanclas son la salvación para mantenerlos alejados de hongos e infecciones.

Uno de los errores más comunes es olvidar aplicar protección solar en el empeine y en la cara dorsal de los pies. Es la única manera de evitar quemaduras. Por la noche, después de la larga jornada merecen un trato especial. Aprovecha la ducha para dedicarles un tiempo. Mejor si los sumerges en agua durante al menos 5 minutos. Después aplica un exfoliante y ayúdate de una piedra pómez para retirar células muertas e impurezas.

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Una vez secos hay que hidratar. Mejor con cremas que contengan glicerina, vaselina y alantoína. No solo sentirás tus pies suaves y reparados sino también aliviados. Si además incluyen en su formulación algún aceite esencial como lavanda, romero o naranja, estaremos manteniendo las bacterias causantes del mal olor a raya.

Pero sin duda, el regalo definitivo para conseguir unos pies suaves será un masaje basado en la reflexoterapia podal, tocando con acierto aquellas zonas que se corresponden con otras partes del cuerpo. En nuestros centros son muchos los rituales de belleza que comienzan así y te transportan al paraíso. No estamos hablando solo de cuidar la piel de los pies sino también de aportarles beneficios terapéuticos que sanan y nos aportan energía para seguir caminando.