Las ampollas faciales son sin duda ese fondo de armario que nuestra piel necesita. Igual que escogemos los colores que nos favorecen, los cortes de ropa que mejor de adaptan a nuestra fisonomía, y renovamos nuestro vestuario, lo mismo debemos hacer con nuestra piel. Elegir los productos y tratamientos que le aporten energía y vitalidad es vital. En definitiva, el pasaporte para sacar el máximo partido a la belleza personal de cada uno.

Ampollas

Trucos y consejos para recuperar la  vitalidad en tu piel

El primer paso es ponernos en manos profesionales. Tras el verano, su descanso y sus inevitables excesos, nuestra piel se resiente. Tras exfoliar hay que preparar la piel para recibir los principios activos y maximizar los resultados. Un protocolo como Beoxy es ideal para regenerar, aportar vitalidad y luminosidad. Llega el momento de cumplir en casa. Además de continuar con productos prolongadores del bronceado debes dejar que entren en acción los antioxidantes: la Vitamina C y el resveratrol como principios activos de cabecera.

Ampollas faciales que rejuvenecen

Pero sin duda el gesto que aportará el toque final a tu piel lo tienes al alcance de tu mano. Destacará tus facciones y recuperará la luz de los años jóvenes. Basta con abrir una ampolla para conseguir tensar, iluminar y un efecto buena cara de impacto. Pero recuerda que debes dejarte aconsejar por un profesional.  Cada piel, cada edad, y cada momento del año, requiere unas necesidades específicas. Tampoco olvides que no sustituyen a tu rutina facial habitual. La complementan. Por la noche, mejor las ampollas faciales regeneradoras y por la mañana, las antioxidantes.

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El secreto perfecto para los cambios de estación

En el caso de nuestras ampollas de soja, las puedes aplicar en cambios de estación para complementar tus tratamientos o como efecto flash. Son perfectas también antes del maquillaje, para un evento y conseguir ese lifting sin cirugía de impacto. Además, por su formato, son fáciles de incluir en tu neceser de bolso. Te salvarán de ese día que empiezas en la oficina y tienes que acabar en un evento y tu piel no puede más. O de ese día de jetlag en el que no sabes dónde esconderte. Una ampolla facial será entonces tu mejor amiga para seguir pisando fuerte.