El término “sueño lúcido” se refiere a claridad mental, y se pudo demostrar en un laboratorio, cuando dos investigadores pudieron mostrar que estaban conscientes del sueño mientras dormían, comunicando este hecho a los testigos del sueño durante el proceso. Se sabe que hoy en día el 60% de las personas experimentan un sueño lúcido, al menos una vez en la vida.

La persona que experimenta un sueño lúcido se convierte en el controlador de la historia que vive dentro del sueño. En la interpretación del sueño es el director y el actor de su propia película a tiempo real. Lo bueno es que sabe que tiene más libertad para hacer lo que quiera, ya que sabe que lo que está viviendo no es “real”; así que produce una extraordinaria sensación de satisfacción y de plenitud. La persona puede volar, saltar grandes alturas, poder decir aquello que necesita decir, bailar, etc. Todo ello nos puede servir para experimentar cosas útiles para la vida diaria.

Este tipo de sueños sirven de inspiración para encontrar la solución a los problemas, elevar la creatividad, las facultades artísticas, deportivas y profesionales, en general. Ya que los sueños representan un trabajo directo con el inconsciente, es una manera muy efectiva, por ejemplo, para la superación de fobias y creencias limitantes.

Este entrenamiento o preparación para el sueño lúcido empieza escribiendo en el diario de los sueño, del que hablamos en el anterior artículo. Al acostumbrarnos a escribir en el diario,  estamos empezando a reconocer los temas más importantes y que necesitan más atención en nuestra vida.

Sueños lúcidos

Cuando sabemos que estamos soñando. ¿Estoy soñando? ¿Esto que estoy viviendo es un sueño? Mientras que nos preguntamos esto pensemos y tengamos más presente que estamos en un sueño, que todo esto que llamamos realidad no es más que un sueño (profundizar en la teoría de la caverna de Platón). Hacemos un ejercicio de observación y de presencia ante todo lo que nos rodea; objetos, forma de nuestro cuerpo, pensamientos y emociones que nos vienen en ese momento, etc. También, en ese momento debemos prestar atención a los acontecimientos pasados de nuestra vida y las vivencias que hemos tenido. Seremos consciente que también eso es un sueño.

Al ser conscientes que todo es un sueño, nos será más fácil caer en la cuenta que estamos en un sueño cuando dormimos.

Otra manera de entrenar la producción de sueños lúcidos es la de practicar la meditación antes de irse a dormir. Esto favorece dejar atrás los problemas del día y quedarse dormido más relajado y confiado. A continuación, antes de quedarnos dormidos, podemos repetir la siguiente frase mentalmente: “la próxima vez que sueñe me daré cuenta de que estoy soñando”.

Es importante tener en todo momento consciente la estrecha línea que separa el estado de vigilia del estado del sueño nocturno. El ejercicio contínuo de estar en el momento presente nos hace estar cada vez más en el centro del péndulo, apartado de los extremos que conlleva sentir continuamente emociones negativas o eufóricas. Significa estar en el punto medio del equilibrio que nos sitúa la posición del observador neutro, que no se identifica con la ilusión del entorno, sino que se ve como mero observador y espectador de la vida que, además, es capaz de ir modificando y proyectando a cada momento.

Que nos dice nuestro inconsciente

Los sueños lúcidos son también una manifestación de los mensajes y revelaciones que nos da el inconsciente acerca de lo que está almacenado en nuestra mente, y que tiene que ver con nuestra vida diaria y nuestra situación material, mental y emocional.

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Haciendo referencia al mito de la caverna de Platón, que hemos mencionado anteriormente, recordamos que la vida es un sueño (como decía Calderón de la Barca), y que puede que nos creamos despiertos, cuando en realidad estamos viviendo una proyección de nuestra mente y la de todos los que interactúan con nosotros, al ser protagonistas también de nuestra propia vida.

Esto no es un tema descubierto ahora, sino que viene de sabidurías ancestrales que conocían los antiguos sabios. Nuestro propósito general, dentro del propósito específico de cada persona que tiene en la vida, y que es lo que le da sentido a su existencia, es despertar en conciencia y dejar ver desde lo oculto a nuestro verdadero Yo, nuestra verdadera esencia que está esperando a manifestarse.

Para ese verdadero Yo, el sueño es la visión y la experiencia de la vida que experimenta el Ego, que es la identidad de la mente, sujeto a la temporalidad y a los miedos que provienen de la ignorancia de la verdadera realidad del Yo.

Escrito por: Pablo Ruiz Bellverser. Terapeuta Transpersonal Terapeuta Transpersonal y Emocional. Maestro de Cábala y Consultor del Árbol de la Vida personal. (clic aquí)

Info: dufresne12 @hotmail.com