En la segunda parte de la temática de sueños, abordaremos de forma práctica la manera de trabajar esta realidad nocturna, para sacarle el máximo provecho y terminar de integrar debidamente su significado. Los sueños se pueden inducir y favorecer de forma voluntaria, aunque la mayoría de las veces se produzcan sin que así lo hayamos provocado. Así mismo,  también podemos hacer que los recordemos cada noche.

La gran pregunta que nos hacemos al respecto sería: ¿De qué manera podemos recordar los sueños?

Existen varios aspectos a tener en cuenta que favorecen el recuerdo de los sueños, lo cual no quiere decir que no se puedan producir de forma involuntaria cuando faltan algunos de estos factores; pero para tener un control en la intención de recordarlos, es necesario una serie de factores.

Lo primero de todo sería poder dormir lo suficiente. Algunas personas necesitan unas ocho horas, además de para sentirse en forma, para recordar sus sueños.

En segundo lugar, es importante tener un cuaderno o libreta en el que anotar los sucesos y sensaciones que hemos tenido en el sueño. Sería como un “diario de sueños”. El objetivo de esto es el de no olvidar los detalles del sueño y lo sucedido en él. Es normal que a lo largo de la mañana o del día, ese recuerdo se vaya difuminando o perdiendo detalles del mismo cuando no se anota.

Otra utilidad del cuaderno de sueños es la de poder relacionar unos sueños con otros, pudiendo enlazar sucesos que pueden tener detalles en común entre ellos, al mismo tiempo con las experiencias o momentos que estamos atravesando en la vida.

El diario tiene que estar junto a la cama en la mesilla de noche, junto con un bolígrafo preparado para el momento de despertar; así podemos empezar a anotar el sueño en el mejor momento, que es nada más desperarnos.

Un detalle importante es, en el momento de despertar, no realizar movimientos, o moverse lo menos posible. Esto facilita el recuerdo de los sueños, al contrario que cuando nos movemos mucho al despertarnos.

Sería un buen complemento al uso del cuaderno, el hecho de escribir algunas notas o detalles acerca de las experiencias y sensaciones que hemos tenido durante el día. Los sueños, muchas veces suelen tener que ver con situaciones acontecidas durante ese mismo día o con una situación en concreto que nos está tocando vivir.

Cuando nos despertamos, es importante reflexionar un momento y recordar acerca de cuál es el primer pensamiento que hemos tenido justo al despertar. Esto es conveniente hacerlo antes de levantarse de la cama, e incluso antes de pensar en cualquier cosa que tengamos que hacer en el día. Este pensamiento tendrá relación con los mensajes que nos ha dejado el sueño.

Si no se ha podido recordar el sueño, al menos podemos anotar las sensaciones que hemos tenido al despertar; si nos hemos despertado con angustia o con tranquilidad, o si el descanso ha sido reparador o insuficiente, etc.

En el caso contrario, es decir, si podemos recordar varios sueños en la noche, tendremos que escribir todo lo que recordemos. Si no recordamos todos con el mismo detalle, podemos escribir acerca de sueño que mejor recordamos y reflexionar la conexión que hay con lo que sabemos del resto de sueños. Todos los sueños, aunque sean historias, aparentemente inconexas, tienen relación unos con otros, con lo que se puede sacar bastante información en el global.

En cuanto a la preparación del sueño, con el fin de recordarlo de la mejor manera posible, es de suma importancia los instantes anteriores a quedarnos dormidos. Debemos prepararnos para el sueño en un estado de relajación y despreocupación; apartando, en la medida de lo posible, las preocupaciones o problemas que podamos tener. Cuando estemos cerca de quedarnos dormidos, nos pedimos a nosotros mismos recordar el sueño que vayamos a tener. Puede ser a través de una petición de la resolución o duda de un problema que tengamos.

Recordemos, en el artículo anterior, que los sueños son mensajes que nuestra alma nos da a través de historias almacenadas en el inconsciente. Así que si pedimos intencionadamente información sobre un problema que nos atañe, el inconsciente detecta la pregunta justo antes de quedarnos dormidos, y nos podrá dar información a través del sueño. Puede que la información nos la dé a través de intuiciones que podamos recibir a lo largo del día o días siguientes.

CÓMO INTERPRETAR UN SUEÑO

A la hora de escribir sobre el sueño a la mañana siguiente, debemos de encabezar el cuadernos de sueños con el título y fecha del sueño. A continuación, debemos de escribir lo siguiente, haciéndonos las siguientes preguntas:

¿Cómo me he sentido durante el sueño, qué sensaciones?

¿De qué trata el sueño, en líneas generales y qué asociaciones, pensamientos y sentimientos me inspira?¿Qué personajes o personas aparecen en mi sueño? ¿Con cúales me identifico y qué me hacen sentir? ¿Qué elementos simbólicos están representados en el sueño, y qué relación puede tener en mi vida? (una casa, un coche, el mar, etc.)

¿Cuál es el mensaje del sueño? ¿Qué me revela?¿Cómo lo aplico en mi vida?

En el próximo artículo le dedicaremos la última parte de El Misterio de los Sueños, a un tipo de sueño cuyo estudio y práctica es conocido por diferentes culturas, y su desarrollo resultará muy revelador.

Escrito por: Pablo Ruiz Bellverser. Terapeuta Transpersonal Terapeuta Transpersonal y Emocional. Maestro de Cábala y Consultor del Árbol de la Vida personal. (clic aquí)

Info: dufresne12 @hotmail.com