El concursante canario se convertía, el pasado jueves, en el último expulsado de 'Supervivientes 2025' en una de las nominaciones más reñidas y complicadas de la edición. Ahora, antes de poner rumbo a España, Joshua Velázquez ha 'vuelto a la realidad' y lo ha hecho a lo grande: mirándose a un espejo para ver cómo ha afectado el concurso a su físico, dándose una ducha caliente y de agua dulce, y disfrutando de un gran banquete tras semanas pasando hambre. El diseñador ha pasado casi 80 días sufriendo las consecuencias de un 'reality' donde el hambre, las temperaturas extremas y las condiciones de vida pasan factura, y mucho... De ahí que su reacción, al verse por primera vez en el espejo tras la aventura, haya sido totalmente impactante.
Flipando, con las manos en la boca y sin poder contener un grito que acompañaba de una risa nerviosa, Joshua confesaba verse "muy raro con barba y con canas", tanto que "yo en España no puedo ir así". Además, había un detalle que llamaba especialmente su atención: los pelos de la nariz. "¿En qué momento me salieron?", se preguntaba atónito. "Parecen dos floreros, madre mía", añadía. Aunque su primer impacto fue sorprendente, no se ha disgustado del todo... "Lo que sí voy a dejar es de raparme tanto... el bigote y la barba me los voy a dejar así", decía contundente al verse, además, morenísimo.
"Este es el nuevo Joshua, qué le vamos a hacer, 'looking' Supervivientes, que se note que he estado aquí casi tres meses", terminaba diciendo.
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Tras ver su gran cambio, el canario se metía bajo la ducha... uno de los momentos favoritos de todos los expulsados, y es que por fin pueden disfrutar de una relajante ducha sin prisas, bajo el agua caliente y dulce, y con todo tipo de productos de higiene a su disposición. En este momento Joshua protagonizaba un divertido momento al no saber poner el agua caliente, es que tantos meses alejado de una ducha tradicional, le han pasado factura... "Ay, por favor, echaba de menos el olor a champú y gel, pero lo que más necesito es un desodorante, que llevo oliendo a sobaca...", confesaba.
"Es otra sensación cuando sales de la playa y te duchas por primera vez, es lo más rico del mundo", dejaba claro.
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Al borde de las lágrimas, al ver la comida
Al canario casi se le saltan las lágrimas al ver el imponente banquete que el programa le había preparado tras la aventura. Una enorme hamburguesa, pizza, fruta, dulces, perrito caliente... No faltaba detalle, no es de extrañar que él mismo confesara que "no sé por dónde empezar". "Qué ganas tenía, qué hambre", contaba mientras comía, olvidándose incluso de los tenedores: "Uy, lo iba a coger con la mano", decía entre risas tras darse cuenta de su pequeño descuido, "aunque lo de comer con las manos es algo que voy a echar de menos".
"No me lo creo, estar comiendo... qué mala es el hambre", continuaba, "después de dos meses pasando hambre, porque en Supervivientes se pasa bastante mal". Mientras disfrutaba de cada bocado, él mismo confesaba con quién compartiría este enorme banquete, y sorprendía su respuesta. "Esta recompensa, creo que va a sorprender este nombre... la compartiría con Montoya y Carmen, me han sorprendido mucho últimamente, para bien, son dos personas que no pensaba conectar con ellas, y los elegiría a ellos sin duda". Eso sí, no dudaba en recordar a sus grandes amigas de edición; "Laura Cuevas y Nieves disfrutarían aquí conmigo como niñas pequeñas, pero ellas ya disfrutaron el suyo, así que hoy me toca a mí, esto es solo para mí".
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Con quien no compartiría bocado es con Álex Adrover: "Ha sido mi mayor decepción, ya tendré una conversación fuera con él", zanjaba antes de terminar despidiéndose de las lentejas y el arroz de la playa: "Adiós lentejas y arroz, bienvenida otra vez comida", celebraba.
"Supervivientes me ha cambiado la vida"
Cuando escuchó su nombre en el anuncio de la expulsión, Joshua se lamentó por tener que abandonar el 'reality', y confesaba salir totalmente renovado. "Gracias a todo el mundo que me ha votado, esto para mí era una ilusión, Supervivientes me ha cambiado la vida, vuelvo a España siendo absolutamente otra persona", se despedía el canario con tristeza, y es que poco antes había dejado claro que quería continuar en el programa. "Tengo muchísimas ganas de quedarme, está complicado porque mis compañeros son todos buenísimos, pero el espíritu de supervivientes se lleva dentro", confesaba minutos antes de saber que tenía que abandonar los Cayos Cochinos.
Ahora ya ha puesto rumbo a España y pronto podremos verle en el plató de Telecinco junto al resto de supervivientes expulsados.