Corren tiempos oscuros para la Casa Real Británica. La Reina Isabel II ha fallecido a los 96 años de edad en su residencia de verano en Escocia, Balmoral. Su marcha la convierte en la nueva prescriptora de estilo (con permiso de Kate Middleton y Diana de Gales) y consigue hacer de la moda, la protagonista absoluta.
No hay concesiones a la austeridad cuando se trata de crear el armario de la soberana. Las perlas, los bolsos de asa corta, los trajes monocolor trabajados en delicadas texturas que siempre lucía por una curiosa razón, así como los sombreros coordinados, los guantes blancos, los vestidos de flores, o los tacones bajos, la convierten en icono fashion que jamás olvidaremos.
La reina Isabel II, la mujer que convirtió en tendencia los estilismos más sobrios
Sin prejuicios, ni timidez. Así era el estilo de Isabel II. Una mujer que no seguía las tendencias y que contaba en su armario con propuestas con identidad propia y con prendas que jugaban a ser una persona imponente con cada look.
La Reina se vestía con diplomacia y practicidad cada día de su vida, pero también era glamurosa y añadía atuendos en tendencia cuando la ocasión lo merecía. Solía usar vestidos-abrigo, en tonos brillantes o pastel y coordinados entre sí, que siempre eran entallados, de silueta lápiz y siempre por debajo de la rodilla. Fiel defensora del 'color block', se decantaba por estilismos sobrios pero que siempre, siempre, consiguen acaparar toda la atención de la prensa especializada.
Como complemento, su inseparable sombrero a juego, con el ala no muy alta, para que no le resulte difícil salir y del coche y no perder la visibilidad. No se separaba, tampoco, de su collar de perlas de tres vueltas y de sus elegantes mocasines bajos que siempre lleva a juego con sus bolsos de mano cuadrados.
Detrás de cada uno de sus atuendos hay un nombre propio: Angela Kelly. Ella es la mujer a la que la Reina confía su armario. A pesar de que lleva ocupándose de sus elecciones estilísticas desde hace más de 20 años, su figura ha pasado por alto para el foco mediático. Incluso ella misma le diseña y le cose algunos trajes a la esposa del difunto Duque de Edimburgo. Pero siempre desde la discreción y en un estricto segundo plano.