Pamplona quedaba lejos, pero el espíritu de San Fermín se apoderó del barrio de Chamberí cuando Carmen Lomana cruzó el umbral de la Iglesia de San Fermín de los Navarros. No llevaba ni faja ni pañuelo, pero no le hizo falta: bastó un vestido camisero impoluto, un cinturón rojo de cuero trenzado y unas mules rojas con pedigree para recordarnos que la sofisticación y la tradición no están reñidas. La socialité leonesa nos dio una lección de estilismo "made in Spain" sin caer en lo predecible. Porque si algo sabe hacer Lomana, además de tener olfato para el diseño y el protocolo, es reinterpretar los clásicos con frescura y muchísima clase.
Los Sanfermines se celebran más allá de los encierros. El uniforme típico -camiseta blanca, pantalón blanco, fajín y pañuelico rojo- es casi un manifiesto visual. Nacido del atuendo de los mozos pamploneses, este look funcional y simbólico se ha perpetuado como seña de identidad. El blanco representa la pureza, el rojo la pasión y la sangre del santo mártir que fue decapitado. Pero también es una invitación al juego, al jolgorio y, para qué negarlo, al postureo.
La coleccionista de moda, sin embargo, lo lleva a su terreno: ni literal ni folclórico, sino elevado a la categoría de estilo urbano con aire costumbrista.
Carmen Lomana y su vestido blanco en San Fermín
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El vestido camisero blanco de Carmen Lomana para celebrar San Fermín
La base del look de Carmen es un vestido camisero blanco, de manga corta, con cuello clásico y botonadura frontal. Una prenda que a menudo se asocia al verano, pero que en su versión de algodón estructurado, con falda ligeramente evasé y bolsillos frontales, se transforma en un lienzo perfecto para experimentar. Lomana lo ciñe con un cinturón rojo para romper la monocromía y define así una silueta clásica, femenina y atemporal. El blanco impoluto actúa como catalizador de frescura y luz, y permite un estilismo coherente con el espacio religioso, pero sin renunciar al carácter.
Lejos del pañuelo anudado al cuello o la faja ciñendo la cintura, Carmen opta por un cinturón de cuero fino en rojo intenso. Una decisión calculada que no solo reinterpreta el código de vestimenta de los sanfermines, sino que añade textura, profundidad y ese punto chic al conjunto. El contraste cromático entre blanco y rojo se mantiene, pero con una lectura más actualizada. La leonesa también incorporó un collar de cuentas redondas a tono con el resto de accesorios y un bolso de mano a cuadros de color blanco, ni más, ni menos. Todo ensamblaba de maravilla.
Easy Mule Red 5,5 de Isabel Abdo 240 euros
Isabel Abdo
Easy Mule Red 5,5 de Isabel Abdo 240 euros
Pero si hubo un elemento que elevó el conjunto fue el calzado: unas mules rojas de piel, diseño cruzado y tacón sensato. El modelo Easy Mule Red 5.5 de Isabel Abdo, disponible en la web oficial de la firma a un precio de 240 euros, es una pieza que destila elegancia. Fabricadas en piel mestiza y con un tacón de 5,5 centímetros, conjugan lo clásico con lo moderno, lo discreto con lo reconocible. Son, en definitiva, una muestra de cómo el diseño español puede competir con el lujo internacional sin necesidad de logomanía.
Los zapatos de Isabel Abdo de la Reina Letizia y su modelo favorito
(Gtres)
Los zapatos de Isabel Abdo de la Reina Letizia y su modelo favorito
No es casualidad que Carmen Lomana elija precisamente un diseño de Isabel Abdo. La firma española no solo ha conquistado a editoras de moda y prescriptoras de estilo, sino también a la mismísima Reina Letizia. El modelo Carrie, uno de sus favoritos, se ha convertido en un bestseller de la casa. Se trata de un zapato destalonado, de piel, con una hebilla adornando el empeine y el mismo tacón sensato de 5,5 cm. Un diseño elegante y versátil que Doña Letizia ha lucido en citas clave, como la presentación de la princesa Leonor en la Academia Militar de Zaragoza. Aquella vez, lo combinó con un conjunto blanco de Felipe Varela: top largo y falda plisada, una elección perfectamente orquestada para ceder el protagonismo a su hija, sin perder un ápice de estilo. También lució este mismo modelo en negro durante o los Premios Princesa de Asturias 2022 y acertó de lleno.
Y si Lomana los lleva en rojo y los combina con pulsera al tobillo y sonrisa de mujer imbatible, es porque ambas entienden que en los detalles habita el lujo.