La boda de Marta Urquijo y Joaquín Marcos contó con la presencia de doña Sofía, que no se quiso perder esta fecha tan señalada para la bisnieta del marqués de Mondéjar, primer jefe de la Casa del Rey. El importante evento se celebró el pasado 24 de febrero y solo había trascendido que había sido una cita feliz, como cualquier enlace que se precie. Hasta ahora. 

'TardeAR' ha desvelado un vídeo inédito en el que la madre de Felipe VI se arranca a bailar como el resto de los invitados y junto al resto de invitados. La gran transformación de la Reina emérita es más que evidente: un cambio de actitud que ahora ha quedado reflejado en el citado documento audiovisual imperdible.  

La Reina Sofía abandona el luto en su primera reaparición pública tras la muerte de Fernando Gómez-Acebo

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La relación de doña Sofía y la novia que justifica lo cercana y discernida que se mostró en su boda

La Reina Sofía fue, sin duda, la gran protagonista de la boda por todo lo alto, con permiso y perdón de los novios y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. El enlace tuvo lugar en el Santa María de Caná, como adelantó 'Vanitatis'. La novia, Marta Urquijo de Barreiros, es prima de Teresa, la flamante prometida del político del Partido Popular, que pronto pasará por el altar con su novio. Doña Sofía no acudió sola, sino en compañía de su inseparable hermana, la princesa Irene de Grecia. 

La emérita mantiene una gran relación con la familia de la novia, que se extiende también a don Juan Carlos. Un vínculo de los Eméritos que se remonta al bisabuelo de Marta, Nicolás de Cotoner y Cotoner, quien fuera jefe de la Casa del Rey entre 1975 y 1990. El aristócrata fue la mano derecha del padre de Felipe VI coincidiendo con su subida al trono de España. Como se ha podido saber ahora, doña Sofía estuvo de lo  más relajada y cercana durante el enlace. Se sentía entre amigos y no dudó en mostrar su faceta más desconocida y discernida no solo durante la ceremonia y posterior banquete, sino también en la pista de baile. 

Doña Sofía bailando

La Reina Sofía bailando de rojo. 

TardeAR

El momentazo 'dancing queen' de la madre de Felipe VI

Guapísima, doña Sofía eligió un vestido look de dos piezas en un vibrante color rojo para asistir al matrimonio. Se trata de una fórmula a la que suele recurrir (el traje chaqueta-pantalón) que le queda como un guante y resalta la elegancia que desprende por naturaleza. Las prendas contaban con detalles bordados y llamativos brillantes en los puños de las mangas de la chaqueta y también en la pernera de los pantalones. Un diseño con el que arriesgó y que recordaba mucho al que ya lució hace unos días durante uno de los eventos de su agenda oficial en Mallorca, cuando recibió la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears. Cerró el look con varias joyas de oro de su colección privada

Aunque no habían trascendido imágenes de la Emérita, al tratarse de una cita de carácter privado, el programa que presenta Ana Rosa Quintana ha tenido acceso al citado vídeo que grabó otro de los asistentes a tan señala fecha. En él, se la ve de lo más divertida y sonriente mientras baila en la pista de baile. "Fue en la boda de Marta Urquijo, estaba invitada por parte de la novia y se celebró en la finca ‘El Chaparral’ de Madrid", han comenzado explicando desde 'TardeAR'. Al parecer, y según han desvelado, el resto invitados no daban crédito a al momentazo protagonizado por la suegra de la Reina Letizia cuando la vieron aproximarse a la pista y marcarse unos bailes. "La gente flipaba", han asegurado. 

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El estilo de bandera de doña Sofía en el que no se deja nada a la improvisación

Es la segunda vez que vemos a la Reina Sofía tras el repentino fallecimiento de Fernando Gómez-Acebo, hijo de la Infanta Pilar y primo de Felipe VI. Aunque, hay que aclarar, que la boda tuvo lugar antes del triste fallecimiento, el pasado 2 de marzo. La monarca presidió recientemente los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo donde abandonó el luto y lució un look de bandera con bolso incluido de Chanel valorado en 10.500 euros.

Su majestad optó, de nuevo, por un dos piezas, conformado por unos pantalones de pinzas wide leg en tono marrón chocolate, y una impresionante chaqueta tipo blazer con estampado paisley. La llamativa prenda, de mangas francesas por encima de las muñecas y abotonadura ladeada, combinaba las tonalidades moradas y malvas. En cuanto al accesorio estrella de la noche (el bolso) se decantó por el modelo 2.55 de la 'maison' francesa, colchado y de color marrón, a juego con los pantalones.