Víctor Janeiro se ha propuesto no hacer demasiado ruido en ‘Pesadilla en el paraíso’ para asegurarse un aplaza en la final y parece que su estrategia está siendo todo un éxito, pues se está librando de las nominaciones de sus compañeros y bien podría alzarse como ganador del concurso rural. Sin embargo, ha roto su máxima al hablar sobre un tema que, hasta ahora, había sido tabú para el torero. Y es que mucho se ha especulado sobre su relación con sus hermanos, más aún desde que falleciese su padre, Humberto Janeiro, pero ahora, en la recta final de su concurso, el diestro ha roto su silencio y se ha sincerado con sus compañeros de experiencia.

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Foto: Pesadilla en el paraíso

Carmen Bazán; Victor Janeiro

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El reencuentro, entre lágrimas, de Carmen Bazán y Víctor Janeiro

El marido de Beatriz Trapote ha confesado ya que para sobrevivir en ‘Pesadilla en el paraíso’ ha tenido que hacer un gran ejercicio para no pensar demasiado en su familia, pues teme venirse abajo. Esto ha dado pie a que Dani García y Bea Retamal le pregunten por cómo es en realidad su relación con su familia, especialmente con sus hermanos. Comienza recordando cómo era su vínculo en el pasado: “Mis hermanos se peleaban todos por dormir conmigo”, decía Víctor Janeiro tras quemar en la hoguera del Día de Acción de Gracia un papel con la palabra escrita “pena”. Recuerda cómo esta lucha de sus hermanos por dormir con él “me hacían hasta llorar, que no quiero dormir con ellos”, confesada.Parece que este vínculo tan fuerte con ellos no se ha resentido con el paso de los años y es que Víctor reconoce que “el torero (haciendo alusión a Jesulín de Ubrique) no puede hacer nada sin mí”, mientras que su hermano pequeño le llama a todas horas y su hermana está siempre ahí a su lado, quizá demasiado: “Son muy pesados”, dice a modo de broma y entre risas.

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Foto. Gtres

Estas palabras han sido confirmadas por su mujer, Beatriz Trapote, en el plató de ‘Pesadilla en el paraíso’, al destacar la facilidad que tiene su marido a la hora de escuchar y convertirse en el hombro sobre el que llorar, no solo para ella, sino también para sus hermanos: “Yo no paro de coger el teléfono y pensar ‘ay no, que está en la granja’, porque él siempre está ahí para escucharte, para resolver problemas, para apoyarte y lo está demostrando”. Una condición de buen confidente que han subrayado sus compañeros de aventura televisiva que ya están en el plató: “él ha escuchado a todo el mundo y no le ha hecho falta ni defender a nadie”, reconocen.