Tras casi una década apartada de los focos, Carmen Bazán ha reaparecido en televisión. El objetivo no era otro que sorprender a su hijo, Víctor Janeiro, durante su participación en 'Pesadilla en el paraíso'. El reencuentro entre ambos ha estado cargado de emoción y los dos han terminado envueltos en un mar de lágrimas mientras se fundían en un abrazo. En el plató, observaba la escena muy atentamente Beatriz Trapote totalmente conmovida.

victor janeiro, beatriz trapote

También te interesará

La emotiva carta de despedida de Beatriz Trapote a Víctor Janeiro antes de iniciar su nueva aventura

Carmen Bazán; Victor Janeiro
Telecinco

"No me llores que vengo a darte ánimo. Tienes unos niños que son un encanto, una mujer que vale un diez, unos suegros que te quieren. Todos estamos contigo", le ha dicho Carmen Bazán nada más ver a su hijo. Este no podía creer que su madre hubiera regresado a la televisión. "¿Cómo has venido hasta aquí?", le decía. "Aquí tienes que ser como tú eres. Si vieras tus niños, todos los días ponen en una pizarra que falta un día menos para verte". Un reencuentro que ha supuesto una enorme dosis de energía para el torero quien ha subrayado que era "uno de los mejores regalos del mundo".

El consejo de Carmen Bazán

"Me gusta lo que está haciendo. Él no se mete en peleas, él escucha. El único consejo que le doy es que no entre a favor de uno, ni a favor de otro. Todos son compañeros y para mí todos serían campeones. Estar aquí es muy duro. Estamos todos contigo, tienes muchos amigos fuera que te animan y te apoyan. No te lo puedes ni imaginar. Sigue para adelante como eres y como has sido siempre. Te queremos", le ha dicho Carmen Bazán.

Carmen Bazán; Victor Janeiro
Telecinco

Víctor Janeiro ha destacado que no estaba haciendo ningún papel en el reality y que él es así en la vida real. "La gente pensará que yo no entro, que no me defiendo y que no me mojo. El que me conoce sabe que yo soy así". Mientras que su madre confirmaba que esto era cierto. "Su padre le enseñó a trabajar mucho y estamos acostumbrados a trabajar. Solo le digo que siga para adelante, para atrás ni para coger impulso. Tú eres un campeón. No puedo salir a la que calle sin que me pregunten por ti. Me dicen: 'campeón, campeón'".