Como gran amante de los tatuajes, Rocío Flores no se ha podido resistir. Ha vuelto a pasar por la camilla de un estudio para grabar otra significativa imagen en su piel. "He pecado y me he tatuado. Me encanta. Es super bonito", afirmaba en su perfil de Instagram.

Rocío Flores
Instagram

"Yo no sé vosotros, pero yo veo algo, me gusta y me lo tatúo. No me lo pienso", indicaba la joven dirigiéndose a sus seguidores. La hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco se ha grabado a tinta un corazón con sus venas y arterias. "Todo lo que hagas en la vida que sea con el corazón", añadía a modo de explicación. El lugar elegido para este último tatuaje ha sido la parte superior del brazo, se encuentra justo encima de otro en el que se puede leer la palabra Ohana.

Los tatuajes de Rocío Flores

Mensajes, frases o dibujos, Rocío Flores tiene un destacado número de tatuajes repartidos por todo su cuerpo. Uno de los más importantes es el que pone la palabra 'Vive'. "Es uno de los tatuajes con más significado para mí. Todo pasa por algo", afirmaba en el momento en el que se lo hizo en plena vorágine mediática por el documental  de su madre,'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. Junto a este mensaje se encuentra una mariposa cuyas alas parecen querer echar a volar. También tiene el número 13 grabado a fuego en su piel. Es su número de la suerte que coincide con el día de su nacimiento, el 13 de octubre de 1996.

Rocío Flores
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Además, Rocío Flores tiene grabada una frase incompleta en su muñeca. "Que todo fluya y nada influya". El mensaje íntegro se puede leer si miramos con detenimiento el cuello de su chico, Manuel Bedmar. Una cita que optaron por grabarse en italiano. También lleva en la muñeca la palabra impossible, con las dos primeras letras tachadas. Se lo hizo el año pasado y está dedicado a la Marea Azul, los seguidores de su padre tras la emisión del sonado documental de Rocío Carrasco. En la zona de la cadera tiene grabada una fecha, el 20 de febrero de 1932, el día que nació su abuelo paterno y lleva también las firmas de sus abuelos maternos, Rocío Jurado y Pedro Carrasco, grabadas de su puño y letra.