Es nombrar a Penélope Cruz en una conversación y se me vienen todos encima, que si tal, que si cual (no reproduzco los comentarios, porque no merecen que los teclee y para no darles publicidad) y yo me pongo como una hidra. Literal.
Si tuviera que buscar un sinónimo de 'estoicismo' diría 'Penélope Cruz'. No se me ocurre un solo artista en España (salvo su marido, Javier Bardem o su suegra, Pilar Bardem) que haya sido objeto de más críticas que ella, así porque sí. Y a mí me parece fenomenal que hablen de sus opciones políticas o de las de su familia (política), que no estén de acuerdo, pero lo que me molesta es que la descalifiquen como profesional.Penélope Cruz es una gran actriz, por mucho que Naty Mistral afirme que no lo es (por poner un ejemplo de alguien que al menos es valiente y lo dice a la cara). Su carrera la avala. No me vale el argumento de que no merecía el Oscar por 'Vicky Cristina Barcelona' o que lo logró porque tenía detrás a los entonces todopoderosos hermanos Weinstein. Tampoco que su agente debe de ser excelente (¿los de las demás son nulidades?) o que no sabe sino gritar y hacer de mujeres histéricas.
Penélope Cruz ha estado fatal en algunas películas (salvo Meryl Streep no hay en el mundo una actriz que no haya hecho un mal trabajo) como 'La Celestina' o 'Sin noticias de Dios', donde se la comía con patatas Victoria Abril, otra que también tiene bastantes borrones en su carrera. Sin embargo, pocas se han movido en registros tan distintos como 'La niña de tus ojos' (a la altura de Ángela Molina en 'Las cosas del querer), 'Jamón jamón', salvaje como la más joven Brigitte Bardot; 'Belle Epoque', ingenua e inocente; 'Ma ma', vulnerable y luchadora contra el cáncer, o 'Volver', explosiva y visceral como la mejor Anna Magnani.
Otra faceta de su vida que ha sido muy cuestionada es su vida personal. Un argumento muy generalizado ha sido que se ha adaptado a las parejas que ha tenido al lado. Que si uno hacía yoga, ella también, que si otro era de ir a los phtotocalls de la mano ella lo hacía, que si otro era de izquierdas ella se volvía 'roja'. Bueno, ¿y qué? ¿Quién no ha hecho locuras por amor? ¿Quién no ha tolerado defectos de otro o se ha integrado en mundos en los que no acababa de estar cómodo? Ni que fuera ella Bin Laden...
A Penélope también le han dado por supuestamente hablar de su vida personal en Estados Unidos, pero aquí no. Otra leyenda urbana que ha cundido y que no es cierta. Conocí a Penélope Cruz en la presentación de rodaje de 'Abre los ojos' de Alejandro Amenábar en la azotea del Círculo de Bellas Artes de Madrid. En aquel entonces tenía una relación con Gigi Sarasola y ya se negó a hablarnos sobre este asunto.Casi veinte años más tarde la vi en una entrevista con David Letterman, uno de los periodistas más prestigiosos de Estados Unidos, decirle que no le iba a contestar a una sola pregunta sobre Javier Bardem. Así que siempre reto a mis amigos a que me encuentren una sola entrevista en la que cuente algo que no sea relacionado con sus películas.
Esta oda a Penélope Cruz no va a acabar sin una crítica. Creo que su actitud ante los medios debería ser más relajada, hablar con naturalidad de su vida personal y compartir con nosotros su faceta humana. Las estrellas de Hollywood, una industria que conoce muy bien, muestran su vida sin exponer lo que consideran más íntimo y contribuyen a que su imagen sea más cercana y amable. Puede que a ella no le importen sus detractores y está en su derecho, pero sería una forma de meterles un golazo.