Máxima de Holanda no ha vivido un año fácil precisamente. El pasado junio falleció su hermana pequeña, Inés Zorreguieta, un mazazo que fue incluso más fuerte al tratarse de un suicidio cuando la joven solo contaba 33 años. El año anterior había fallecido su padre, Jorge Zorreguieta, a quien estaba muy unida, tras una larga enfermedad. Y para colmo a principios de este noviembre se anunciaba un parón en su agenda (con la cancelación de un viaje previsto a Tanzania) debido a ciertos problemas intestinales... Finalmente ha regresado a la escena pública antes de lo esperado, solo diez días después, y lo ha hecho con mucha fuerza y llena de color.Leer más: Máxima retoma su agenda antes de lo previsto

Cena de gala en rojo

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Ayer noche los Reyes Guillermo y Máxima ejercían de anfitriones para la presidenta de Singapur, Halimah Yacob, y el marido de esta, a los que ofrecieron un Banquete de Estado en el Palacio Real de Ámsterdam.

Un llamativo vestido con manga capa

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La soberana deslumbró con un nuevo vestido largo de escote asimétrico y con una manga capa, de la firma Claes Iversen. El color rojo llamaba poderosamente la atención.

En busca de la vitalidad, el poder...

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El rojo es el color de la pasión, la vitalidad, el poder, la acción... Máxima se ha distinguido a lo largo de todos estos años en la realeza por sus estilismos coloridos, potentes, más cerca de lo barroco que del minimalismo, pero en esta ocasión resulta más significativa esta elección. Necesita animarse, 'venirse arriba'. Aunque siempre cuenta con el apoyo de su marido y sus tres hijas, una ayuda extra nunca viene mal.

Con la tiara del Pavo Real

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También en el terreno de las joyas suele apostar por el "más es más". En esta ocasión, y al tratarse de una gala, Máxima optó por sacar grandes piezas del impresionante Joyero Real de los Países Bajos. En concreto llevó la llamada tiara de Pavo Real, una pieza de rubíes y diamantes, que data de 1897 y perteneció en su día a la reina Guillermina. Además, se puso los pendientes y el broche a juego.Leer más: Máxima y Kate, espectacular duelo de tiaras en Buckingham

La Princesa Beatriz, también presente

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Entre los invitados a la cena figuraba la Princesa Beatriz, madre del Rey Guillermo y antigua soberana de Holanda. Ella abdicó la Corona hace cinco años en favor de su primogénito y desde entonces ejerce en un segundo plano como "emérita". Eso sí, se reservó el título de Princesa y no el de Reina Madre ni nada parecido.

Máxima, de burdeos y morado para la mañana

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Esa misma mañana, para la bienvenida oficial de la pareja presidencial, Máxima de Holanda ya nos había ofrecido otro 'aperitivo' de sus apetencias coloristas en cuanto a atuendo. Los tonos magenta son muy adecuados para combatir los estados de decaimiento y tristeza.

Un conjunto maximalista

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Esta vez los tiros fueron por los tonos granate, burdeos y morados en pleno, de arriba a abajo. Abrigo, vestido de gasa, fular, guantes, pamela de grandes dimensiones, pendientes, zapatos... Todo, absolutamente todo, iba en esa gama cromática. Máxima ha terminado haciendo de lo excesivo toda una virtud y un estilo propio.

Necesidad de vivir intensamente

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Según la cromoterapia o colorterapia, estos colores representan la fuerza, el impulso, las pasiones y la vitalidad en una forma más concentrada y pura al recordar a la sangre... También aluden a la lucha, la necesidad de vivir y sentir intensamente. Además son elegantes y sofisticados al llevar rojo mezclado con negro.

Todo al rojo

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Unos días antes Máxima se dejaba ver en otro acto con un traje de chaqueta y pantalón en rojo. La blusa por debajo era granate y los zapatos, morados. De nuevo la misma combinación de colores pasionales.

La sonrisa y el color frente a la nostalgia

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Parece que la argentina desea sentirse fuerte, o al menos animarse con su ropa. Es un buen comienzo. Aunque en principio iba a estar ausente por su enfermedad unas tres semanas, tal y como anunció la Casa de Orange, al final solo fueron diez días de descanso, lo cual es positivo. Sus últimas apariciones han sido de alto impacto, con looks potentes y llamativos, subidos de color. Si la cromoterapia (no solo en ropa, también en proyecciones, en la comida...) alude al poder curativo de los colores y a ella le proporcionan un bienestar psicológico, bienvenidos sean. Máxima vuelve.