Lydia Lozano está muy ilusionada ante el proyecto profesional que ha puesto en marcha al lado de SEMANA. Ha sacado su primer libro de recetas, con lo que cumple un sueño. Es conocido por todos la pasión que siente la colaboradora de televisión por la cocina, que pone en práctica siempre que recibe invitados en su casa, la que comparte con su pareja, Charly. Ahora nos cuenta sus secretos para ser la perfecta anfitriona.

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¡Conoce los secretos de Lydia para triunfar en la cocina!

Vídeo: SEMANA.

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Hasta ahora no sabíamos de tu amor por la cocina.

Me ha encantado siempre, pero como mi madre ha sido una gran cocinera, yo era la ayudante de la chef. Cuando ella llegó de Canarias a Madrid estaba el restaurante Alcalde, uno de los mejores, y la cocinera, que vivía debajo de mi casa, fue la que le enseñó y yo le cogí el gusto.

¿Te sigues metiendo en la cocina ahora?

Sí, aunque a Charly no le gusta demasiado porque dejo la cocina horrorosa. Yo soy de la vieja escuela y me gusta recoger al terminar y él es de los que va recogiendo todo, como se hace ahora.

¿Cuál es tu especialidad?

El ragut. Lo hice para una fiesta bufet con 200 personas y salió estupendo.

¿Y el peor?

Las lentejas. Tiré la toalla después de muchas veces de intentarlo. El chorizo se me quedaba flotando y la mitad de las lentejas quemadas.

LYDIA LOZANO
© SEMANA.

¿Tu plato favorito?

El pollo de todas sus maneras... me vuelve loca.

¿Qué tiene que tener toda buena anfitriona?

El efecto sorpresa y saber los gustos de cada persona. La bebida es fundamental en una fiesta, te guste o no te guste beber. Siempre tienes que tener de todo y nunca puede faltar el hielo. Una buena anfitriona no se puede relajar, a mí me gusta más montar la fiesta que todo lo demás.

¿Vistes mucho la mesa?

Es lo que más me gusta. Tengo vajilla para la terraza con mucho color, con unos platos artesanales pintados por mi cuñada. Y lleno la casa de velas. Me gusta más la noche para invitar porque es más acogedora. Y luego soy un poco Antonio Ozores, me gusta mucho una lucecita.

¿Qué haces para impresionar?

En mi casa hay un día al año que hago una fabada para 17 personas, con todos los producto que vienen de Asturias. La hago en invierno y cambio toda la decoración del porche y del jardín y saco la vajilla buena de la Cartuja de Sevilla que me regaló mi hermana en mi boda y un buen mantel. Me recuerda a Zalacaín. Y para finalizar, unos buenos gin tonics.

¿Eres de cocina tradicional o innovación?

Yo soy más de tapas, a mí me encanta el picoteo porque lo veo más animado. Por eso yo siempre abogo porque las bodas sean de pie, como yo hice las dos mías, porque la gente lo que quiere es bailar, divertirse y beber.