En 2021, Jennifer Lopez y Ben Affleck sorprendían al mundo entero con una reconciliación que se producía 20 años después de que rompieran su compromiso, allá en los años 2000. Dos décadas atrás, la diva y el actor estadounidense vivieron un idilio de esos que hacen historia. Ella, que en sus inicios se hacía llamar Jenny From the Block, llegó a protagonizar el videoclip de la canción homónima junto al artista. Eran la pareja ideal, el romance del momento. Él llego incluso a regalarle un anillo de compromiso para convertirla en su esposa, pero todo se truncó de la noche a la mañana. Mucho han cambiado sus vidas desde entonces. Ambos se han casado y separado, han tenido hijos.... pero el destino ha vuelto a juntarlos y las flechas de Cupido han hecho el resto. Enamorados y comprometidos de nuevo, ambos astros ya no tienen dudas. Y han hecho los deberes en este nuevo proyecto de vida en común. Ya se han comprado una mansión de 45 millones de dólares para vivir juntos. Y en breve se darán el 'sí, quiero'. Pero antes de que se juren amor eterno, la cantante ha pensado en una serie de condiciones a las que Ben Affleck tendrá que acceder si quiere convertirse en el marido de JLo.

Las condiciones que le ha puesto Lopez en el curioso contrato prematrimonial que ha 'obligado' a firmar al actor hay un requisito que resulta bastante sorprendente: Affleck debe comprometerse a mantener con ella, como mínimo, cuatro relaciones sexuales a la semana. Se intuía que la artista de origen puertorriqueño es una mujer apasionada. Pero con esta particularísima cláusula queda bastante claro que lo es. Mujer precavida, no quiere llevarse sustos, ni disgustos... Mejor dejar las cosas claras antes de dar el gran paso. A Ben le toca cumplir con sus obligaciones y deberá, -al menos cuatro de cada siete días-, hacer uso del matrimonio.

Ben Affleck y Jennifer López
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Las campanas de boda suenan cada vez con más fuerza. Jennifer Lopez anunció la gran noticia a través de las redes sociales. Y ha mostrado orgullosa también el espectacular  anillo de compromiso que le ha regalado el protagonista de filmes como 'Batman' o 'Argo'. El anillo es un espectacular diamante de color verde, -la piedra favorita de la actriz- que recuerda mucho al anillo de color rosa –valorado en dos millones de dólares– que Ben le regaló cuando le propuso matrimonio por primera vez en 2002.

A lo largo de sus 52 años, Jennifer Lopez ha lucido varios anillos de compromiso. El primero se lo dio Ojani Noa, con el que estuvo casada durante un año en 1997. El segundo anillo de compromiso se lo regaló, Chris Judd, con el que estuvo casada de 1999 a 2001. El puertorriqueño Marc Anthony -padre de sus mellizos Max y Emme- también le entregó uno precioso para pedirle matrimonio antes de pasar por el altar y permanecer juntos de 2004 a 2011. El exjugador de béisbol Alex Rodriguez también la sorprendió con un anillazo carísimo para pedirle que se casar con él... aunque la boda no llegó a celebrarse. No es de extrañar que uno de sus temas más exitosos se titule: 'El anillo'. Porque lo de preguntar "¿El anillo “pa' cuando?” parece ser una constante en la vida de JLo.

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Ben Affleck y JLo se conocieron en el año 2002 durante el rodaje del largometraje 'Gigli'. En ese momento, a cantante estaba casada con Chris Judd. Poco después, se separaría de él para vivir una breve relación con el actor. En cuanto se hizo pública su relación, Affleck no tardó en pedirle matrimonio. Sin embargo, la presión mediática hizo que se sintieran demasiado expuestos. Y en el 2004 anunciaron su ruptura definitiva.

En sus memorias, 'True Love', la cantante reconoce que el actor, guionista, productor y director de cine le rompió el corazón tras romper su compromiso de matrimonio en enero de 2004, tras mucho tiempo planeando su boda. Ella estaba dispuesta a formar una familia con él, pero no pudo ser. Tras la ruptura se quedó destrozada: "Sentía que se me salía el corazón del pecho". Pero siempre guardó un buen recuerdo de él: "Probablemente diría que es un hombre brillantemente inteligente, muy querido, encantador, afectuoso. Y le admiro de todas las formas posibles", ha asegurado. "Le respeto". Ahora proclaman su amor a los cuatro vientos, demostrando que, quizás, las segundas partes sí fueron buenas.