El reciente y trágico fallecimiento de Michu ha marcado un momento difícil en el proceso de recuperación de José Fernando Ortega. El hijo mayor de Rocío Jurado y José Ortega Cano lleva un año y medio internado en el Hospital de Salud Mental Rodríguez Lafora, trabajando con esfuerzo para alcanzar la estabilidad psicológica, tal como relató en exclusiva a SEMANA el pasado mes de abril. Anteriormente, estuvo más de siete años interno en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, también dedicado a la salud mental.
Ubicado en la zona norte de Madrid, el Hospital de Salud Mental Rodríguez Lafora es el centro de referencia del Servicio de Salud Pública de la Comunidad de Madrid para trastornos de conducta y adicciones. Desde el centro destacan que su enfoque se centra en una atención psiquiátrica integral, con énfasis en terapias personalizadas, donde la investigación y la docencia son pilares fundamentales.
Un entorno natural para la recuperación
El centro psiquiátrico está ubicado en la carretera que conecta Madrid con la Sierra, cerca de Tres Cantos, en una zona rodeada de vegetación próxima a la Universidad Autónoma. Este entorno natural beneficia enormemente a José Fernando y a los demás pacientes.
Para fomentar su recuperación, los internos participan en diversas actividades, como visitas a las piscinas municipales en verano, que les permiten romper con la rutina del ingreso. El deporte es un pilar fundamental del tratamiento: cada semana se organizan jornadas de senderismo en el cercano monte de Valdelatas y, dos o tres veces por semana, competiciones informales en las pistas deportivas del centro para promover la actividad física y hábitos saludables.
La biblioteca del Centro (Comunidad de Madrid)
Una de las actividades más destacadas es la Fiesta de los Viernes, que se celebra en la Unidad de Cuidados Psiquiátricos Prolongados con juegos, bailes y sesiones de karaoke. Además, se organizan actividades culturales como jornadas literarias en la biblioteca o proyecciones de películas en el salón de actos, donde el cine se convierte en una herramienta terapéutica. Los pacientes, sus familias y el personal del centro también tienen acceso a un Servicio de Atención Espiritual, gestionado por la Archidiócesis de Madrid, que ofrece acompañamiento desde una perspectiva religiosa para quienes lo deseen.
El tratamiento de José Fernando
Gloria Camila reveló en el programa ¡De Viernes! la pasada primavera que José Fernando está actualmente incapacitado debido a un trastorno de la personalidad diagnosticado desde su infancia. En una entrevista exclusiva con SEMANA en abril, el propio José Fernando compartió detalles sobre su día a día: "Participo en muchas actividades: deporte, terapias, citas con el psiquiatra y el psicólogo... Estoy deseando terminar para estar con mi hija, mi familia y mis amigos".
A sus 33 años, el joven expresó su optimismo y su deseo de avanzar: "Pienso en poder estudiar y trabajar", afirmó, destacando el apoyo de su familia, compañeros y los profesionales del centro como clave para su recuperación. Con gran motivación, José Fernando esperaba recibir el alta hospitalaria a lo largo de este año.
El apoyo familiar tras la pérdida de Michu
Tras el fallecimiento de Michu, madre de su hija, José Ortega Cano y Gloria Camila han redoblado esfuerzos para proteger a José Fernando, cuya salud mental sigue siendo frágil. El torero ha permanecido al lado de su hijo en todo momento y, durante el sepelio de su exnuera, aseguró a los medios: "Él está bien, es un chico muy normal, muy buena persona". Sobre la familia de Michu, añadió: "¿Cómo se va a encontrar la familia? Son momentos muy duros", evitando entrar en más detalles.
Gtres
La muerte de Michu ha dejado huérfana a Rocío, la hija de 8 años que tuvo con José Fernando, y la cuestión de su custodia se ha convertido en un asunto complejo para los familiares. Legalmente, la patria potestad recaería en el progenitor sobreviviente, pero la incapacitación de José Fernando lo impide.
Kike Calleja, en el programa Vamos a ver, reveló que Michu expresó por escrito su deseo de que, en caso de que algo le ocurriera, Rocío quedara al cuidado de la familia Ortega Cano. Sin embargo, la madre de la fallecida sostiene una postura opuesta: "Michu quería lo mejor para Rocío. La niña ha estado conmigo desde pequeña, soy la persona más cercana", afirmó con contundencia ante la prensa. La decisión final sobre la custodia de la menor recae exclusivamente en el juez.