Aunque cada vez es menos natural, Paula Echevarría sigue sin perder la sonrisa. Tras su último viaje a París, donde disfrutó desde primera fila del desfile de Etam como toda una celebrity internacional, la prensa fue a recibir a la asturiana al aeropuerto, como lleva sucediendo desde que se hiciera público que ya no compartía techo con Bustamante.
Pero algo ha cambiado en la actitud de Paula y es que, donde antes sonreía y contestaba cuando las preguntas no trataban sobre su vida privada, ahora hay una barrera en forma de representante. Parece que ya no habrá más comentarios por parte de la todavía mujer de David a no ser que sea en un photocall o evento publicitario y ayer mismo se pudo comprobar cuando su `repre´ pedía por favor respeto y se situaba entre su protegida y las cámaras, haciendo imposible un buen plano de la asturiana.
En las últimas semanas se ha hablado mucho de si era o no era la actitud de Paula lo que había llevado al padre de su hija a la situación de nervios en la que se encuentra sumido y que está pasando factura a la imagen del artista, que se muestra distante como nunca. Si bien ayer Aurelio Manzano eximía a Echevarría de toda responsabilidad y remarcaba los 6 kilos de peso que ha perdido la actriz como prueba de su sufrimiento, parece que la de Candás ha decidido cambiar de estrategia.
Paula sonríe, sigue estupenda, trabaja como nunca, pero calla.
Toda una celebrity
Tras su último viaje a París, donde disfrutó desde primera fila del desfile de Etam como toda una celebrity internacional, la prensa fue a recibir a la asturiana al aeropuerto, como lleva sucediendo desde que se hiciera público que ya no compartía techo con Bustamante.
Nop está siendo un buen trago
En las últimas semanas se ha hablado mucho de si era o no era la actitud de Paula lo que había llevado al padre de su hija a la situación de nervios en la que se encuentra sumido y que está pasando factura a la imagen del artista, que se muestra distante como nunca
Ya no quiere hablar
Parece que ya no habrá más comentarios por parte de la todavía mujer de David a no ser que sea en un photocall o evento publicitario y ayer mismo se pudo comprobar cuando su `repre´ pedía por favor respeto y se situaba entre su protegida y las cámaras, haciendo imposible un buen plano de la asturiana
Detrás está Paula, ¡prometido!
Pero algo ha cambiado en la actitud de Paula y es que, donde antes sonreía y contestaba cuando las preguntas no trataban sobre su vida privada, ahora hay una barrera en forma de representante.
Sigue sonriendo
Paula sonríe, sigue estupenda, trabaja como nunca, pero calla.