Una de las principales preocupaciones en el mundo beauty es la salud de nuestro cabello. Todas tenemos como objetivo conseguir es aspecto saludable y lleno de brillo, que no es solo cuestión de estética, sino también sinónimo de bienestar y cuidado personal. Es cierto que muchas veces puede llegar a ser una tarea compleja, pero conseguir una melena fuerte, brillante y suave está al alcance de cualquiera si se siguen unos principios básicos y constantes.

Ahora que estamos a punto de dar la bienvenida oficial al verano, en la que la sobreexposición al calor y el sol puede tener efectos adversos, esto se convierte en algo clave. Pero, ¿cómo lo hacemos de forma eficaz? Si tienes esas dudas clásicas de cuánto hay que lavar el pelo, qué productos son los esenciales o cómo mantenerlo limpio durante más tiempo, tranquila, que hemos hablado con Rosi Fernández, estilista y directora del Salón Ananda Ferdi en Madrid, quien nos responde a todas las preguntas.

¿Tenemos que lavar el cabello todos los días o no es necesario?

Esta es una pregunta que seguramente todas nos hemos hecho en algún momento. La respuesta, por suerte o por desgracia, no es universal. Es cierto que lavar el pelo con demasiada frecuencia, especialmente si se utilizan champús agresivos o con sulfatos, puede provocar que se eliminen los aceites naturales que protegen el cuero cabelludo, dejándolo seco o irritado.

Pero, por otro lado, no lavarlo lo suficiente también puede tener efectos negativos: acumulación de suciedad, aparición de grasa y restos de productos que obstruyen los folículos, apagando el brillo natural del pelo. Lo ideal, según los expertos, es adaptar la frecuencia de lavado al tipo de cabello, actividades y otros factores determinantes.

Paula Echevarría

Lo recomendable según los expertos es lavar el cabello dos veces a la semana.

Gtres

“No hay una regla única, pero como pauta general recomiendo lavar el cabello un mínimo de dos veces por semana. Ahora bien, hay que tener en cuenta no solo el tipo de cabello, sino también factores como la edad, los desequilibrios hormonales —que suelen afectar más a las personas jóvenes—, el estilo de vida o incluso el lugar donde vivimos. No es lo mismo alguien que vive en una gran ciudad con polución que alguien que vive en el campo”, explica Rosi.

“No aconsejo pasar más de una semana sin lavar el cabello, aunque aparentemente esté limpio. La polución, el sudor, el humo del tabaco o los residuos del entorno pueden obstruir el folículo y afectar a la salud del cuero cabelludo, provocando caída, irritación o descamación”, continua.

La importancia de la hidratación en la melena

Para conseguir esa melena de ensueño, una buena hidratación es la base de cualquier rutina capilar de éxito. No solo la exposición solar puede ser perjudicial, sino también el uso continuo de herramientas de calor como secadores o planchas, o incluso los tintes y decoloraciones pueden dañar la fibra capilar, restándole elasticidad y luminosidad.

Hay que mirar con lupa los ingredientes que tiene cada producto, ya que hay algunos que son poco recomendables. “Evitar champús con siliconas, sulfatos y alcoholes secantes. Estos ingredientes pueden dar un efecto de limpieza o brillo momentáneo, pero a largo plazo deshidratan el cabello y lo apagan. Apuesta por fórmulas naturales, orgánicas y con pH equilibrado”, afirma la experta.

Penélope Cruz

Toda rutina capilar que se precie tiene que tener buenos productos hidratantes.

Gtres

También es aconsejable incluir mascarillas reparadoras una o dos veces por semana, utilizar aceites nutritivos (como el de argán o jojoba) en las puntas, y sellar la cutícula con sérums sin aclarado ayuda a recuperar ese aspecto saludable. “Hay productos que nutren de verdad y otros que solo recubren el cabello con siliconas para dar un brillo ficticio. Un buen sérum con aceites vegetales de calidad sí mejora la textura, la hidratación y el aspecto del cabello a largo plazo”, añade.

Peinar, secar y proteger: gestos que también importan

Los pasos posteriores al lavado también tienen que hacerse con mimo y consciencia, ya que pueden marcar por completo la diferencia. “El cepillado influye mucho en el brillo natural del cabello. Un buen cepillado estimula la circulación en el cuero cabelludo y reparte los aceites naturales desde la raíz hasta las puntas, lo que da brillo. La técnica: comenzar por las puntas y subir progresivamente, con suavidad y utilizando un cepillo adecuado para tu tipo de cabello”, confirma Rosi.

Jennifer Lopez

El secado o cepillado del pelo tienen que hacerse con cuidado y siempre protegiendo nuestra melena.

Gtres

Por otro lado, al secarlo conviene no frotar el pelo con la toalla, sino presionar suavemente para retirar el exceso de agua. “Otros errores que son muy comunes son usar el secador demasiado caliente o sin protección térmica, peinarse con prisa cuando está muy mojado...”, declara la estilista.

Consejos clave que no pueden faltar en tu rutina perfecta

Como un resumen perfecto a todo lo que tienes que incluir en tu rutina capilar, si lo que buscas es conseguir la mejor versión de tu melena, Rosi nos ha dado las pautas claves que sí o sí deberías de empezar a aplicar (y con las que estamos seguras de que notarás un gran cambio).

  1. Lava el cuero cabelludo con el producto adecuado y aclara siempre muy bien.
  2. Hidrata el cabello (no el cuero cabelludo) con acondicionador o mascarilla según necesites.
  3. Termina con un último aclarado con agua fría para sellar la cutícula.
  4. Usa protección térmica si vas a aplicar calor.
  5. No cepilles con fuerza ni enredes: trata tu melena con mimo.
  6. Escoge productos adecuados a tu edad, tu ritmo de vida y tu tipo de cabello.
  7. Y sobre todo: cuida tu salud capilar desde dentro con una buena alimentación y descanso.

No se trata de acumular productos sin sentido en la estantería del baño, ni tampoco de seguir tendencias virales sin un propósito claro, todo tiene que tener una coherencia y un objetivo. Aprender a escuchar a nuestro cabello es el secreto del éxito y , con tiempo, constancia y los cuidados adecuados, cualquier cabello puede ser saludable, fuerte y lleno de brillo.