De las desconsoladas lágrimas de Isabel Preysler al vestido de leyenda de Carmen Martínez-Bordiú: las bodas que han hecho historia

Reinas, princesas, aristócratas, mujeres de la alta sociedad, pero también grandes artistas, han ocupado a lo largo de todas estas décadas las páginas con las que nos han hecho soñar. Especialmente cuando se han vestido de blanco y han desfilado hacia el altar, protagonizando esas bodas de película que ya forman parte de nuestra historia con mayúsculas.

Como las que vivimos en los últimos 30 años en España, con las Infantas Elena y Cristina y, un poco después, con el hoy Rey Felipe. Unos acontecimientos royals que no se veían en nuestro país desde la boda de Alfonso XIII a principios del siglo XX. 

También en España enlaces como los de Isabel Pantoja, Lolita o Julio Iglesias supusieron una auténtica revolución en los años 70 y 80. Estilos muy diferentes, pero con el denominador común de la gente apasionada ante sus ídolos.

Fuera de nuestras fronteras la fascinación no ha sido menor. La boda de Lady Di con Carlos de Inglaterra todavía no ha sido superada, ni el glamour de ver a una reina de Hollywood como Grace Kelly convertida en princesa de Mónaco. 

 El desfile hasta el altar ha sido memorable y para la celebración del 85 aniversario de la revista SEMANA hemos seleccionado esas que con el paso de las generaciones no se podrán olvidar.

Reyes Felipe y Letizia

El 22 de mayo de 2004 se despertó un día gris y lluvioso en Madrid, pero eso no impidió que la boda que protagonizaron los hoy Reyes Felipe y Letizia se viviera como un auténtico cuento de hadas. 

El enlace, celebrado en la catedral de La Almudena y el posterior banquete en el Palacio Real, tuvo a una novia radiante, embargada por tanta emoción como nervios.

Doña Letizia lució un vestido de Manuel Pertegaz de corte clásico, con cuello chimenea, confeccionado en seda valenciana con bordados en hilo de plata y oro con diferentes motivos, entre ellos la flor de lis, símbolo de los Borbones. Completó el look con la Tiara Prusiana (que también había llevado la Reina Sofía el día de su boda) y unos pendientes de brillantes que le habían regalado sus suegros.

Reyes Juan Carlos y Sofía

Se habían conocido a bordo del ‘Agamenón’, el crucero que en 1954 había organizado la madre de ella, la reina Federica de Grecia, para que se relacionaran los jóvenes royals casaderos. Pero el romance no comenzó hasta 1961, cuando ambos acudieron en Londres a la boda de los duques de Kent.

La de Don Juan Carlos y Doña Sofía llegó el 14 de mayo de 1962 en la catedral de Atenas, por el doble rito, católico y ortodoxo.

La hoy Reina emérita llevó un vestido de Jean Desses confeccionado en lamé de plata cubierto de tul incrustado de encaje de Bruselas, con una cola de cinco metros que salía de los hombros y  el velo, que había llevado su madre, prendido de la Tiara Prusiana de platino y diamantes.

Infanta Elena y Jaime de Marichalar

La boda de la hija mayor de los Reyes eméritos fue la primera que se celebró en España después de la de Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg en 1906. Por ello, se convirtió en el gran acontecimiento del momento.

La Infanta Elena y Jaime de Marichalar se dieron el 'sí, quiero' el 18 de marzo de 1995

ante el altar mayor de la Catedral de Sevilla, una ciudad por la que la Infanta siente un especial cariño y que también eligió en homenaje a su abuela paterna, María de las Mercedes, muy unida a la capital hispalense. El posterior banquete se celebró en los Reales Alcázares.

Elena visitó un diseño clásico del sevillano Petro Valverde con manga francesa y escote cuadrado bordado, que acompañó con un velo de tul prendido de la diadema Marichalar, perteneciente a la familia del novio. 

Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

Dos años después de su hermana, el 4 de octubre de 1997 la Infanta Cristina se casaba en la catedral de Barcelona con Iñaki Urdangarin ante más de 1.500 invitados, con representantes de 40 casas reales de todo el mundo.

La novia llevó un vestido de Lorenzo Caprile realizado en seda, de escote barco y manga larga y un velo de encaje que compartía protagonismo con la diadema floral de brillantes, la joya que la Reina Sofía recibió en nombre del pueblo español cuando se casó en 1962.

Tras la ceremonia religiosa se celebró el banquete en el Palacio de Pedralbes de la Ciudad Condal.

Carlos de Inglaterra y Diana

Más de 750 millones de personas se sentaron delante del televisor en todo el mundo para ver la boda delentonces príncipe de Gales con Diana Spencer, en la catedral de San Pablo de Londres, el 29 de julio de 1981.

Él, a sus 32 años, era hasta entonces el soltero de oro de la realeza; ella, una joven de 20 años dulce y tímida que creía que había encontrado a su príncipe azul. Aunque la historia demostró que los cuentos de hadas no existen.

Diana, que con los años llegó a ser un icono de moda, lució uno de los vestidos más ostentosos que se recuerdan, con perlas, lentejuelas, volantes, bordados, encajes, tul... diseñado por David y Elizabeth Emanuel. 

Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton

Con menos expectación que la de sus padres, Guillermo de Inglaterra se casó con su novia de toda la vida, Kate Middleton, el 29 de abril de 2011 en la abadía de Westminster.

La novia, muy distinta a cómo había sido el look nupcial de su suegra, eligió un diseño romántico,  con cuerpo de encaje francés y falda voluminosa de efecto satinado con tres metros de cola, diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen. 

Rainiero de Mónaco y Grace Kelly

Antes de convertirse en princesa tras dar el ‘sí, quiero’ a Rainiero de Mónaco el 19 de abril de 1956, en la catedral de Mónaco Grace ya era símbolo del glamour y una de las grandes estrellas de Hollywood, con Oscar incluido.

Y lo demostró con su maravilloso vestido nupcial obra de Helen Rose, encargada de vestuario de la Metro Goldwyn Mayer, que trabajó junto con 36 costureras durante dos meses. Se convirtió desde entonces en el vestido más influyente de la historia, que ha inspirado a millones de novias en todo el mundo. 

El diseño, con escote corazón y falda corola de tafetán de seda, llevaba una chaquetilla confeccionada con encaje de Bruselas y decorada con centenares de pequeñas perlas cosidas a mano que salpicaban todo el vestido. El look se completó con un velo de tul que nacía de una diadema de flores sobre un casquete bordado, obra de Julie Cap.

Guillermo y Máxima de Holanda

La boda de Guillermo y Máxima se celebró el 2 de febrero de 2002 en la Nieuwe Kerk de Ámsterdam. El enlace estuvo marcado por la ausencia de los padres de la novia, ya que el parlamento holandés prohibió la presencia de Jorge Zorreguieta, padre de Máxima, porque este había sido un alto cargo durante la dictadura militar de Jorge Videla en Argentina, entre 1979 y 1981.

Aunque su estilo se define por el barroquismo, Máxima Zorreguieta fue una novia de líneas sencillas y depuradas con un vestido de Valentino de manga francesa, escote embocado y falda con paneles de encaje. Un vestido muy royal de los que mejor ha resistido el paso del tiempo.

Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón

La boda de la nieta mayor de Franco con Alfonso de Borbón, el 8 de marzo de 1972 en el Palacio de El Pardo (Madrid), fue lo más parecido a una boda real de la época en España. A ella acudieron Rainiero y Grace de Mónaco.

Un enlace que también ha pasado a la historia porque su traje nupcial fue el último del mítico diseñador Cristóbal Balenciaga, que falleció solo quince días después .

Carmen lució un maravilloso vestido de raso de manga larga que destacaba por los bordados de flores de lis y un manto de siete metros, que sigue siendo una auténtica obra de arte.

La duquesa de Alba

La boda de Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII duquesa de Alba, con Luis Martínez de Irujo se celebró en la catedral de Sevilla el 12 de 1947 y fue el gran acontecimiento de la época, a la que asistieron 3.000 invitados, entre ellos miembros de la realeza, que después disfrutaron del banquete en el Palacio de Las Dueñas. 

El traje fue una creación de Flora Villareal. Un diseño de raso natural con encaje de Bruselas del siglo XVIII, de manga larga, cuerpo y cintura ajustada y falda de varias capas de tul, que acompañó de la diadema de brillantes y perlas de Eugenia de Montijo. 

Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera

La duquesa de Montoro fue una novia medieval en su boda con Francisco Rivera, el 23 de octubre de 1988 en la Catedral de Sevilla.

Eugenia fue una auténtica princesa, con su vestido de satén de Emmanuel Ungaro 
de línea recta y escote cuadrado con detalles bordados. También lució una espectacular mantilla a modo de velo bajo la tiara de brillantes y perlas que perteneció a la emperatriz Eugenia de Montijo, y es una de las piezas más poderosas del joyero Alba.

Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo

El Palacio de Liria fue el mejor escenario posible para la celebración de la boda de los duques de Huéscar. Se dieron el ‘sí, quiero’ el 6 de octubre de 2018, en una ceremonia religiosa celebrada en los jardines del palacio y con el posterior banquete también al aire libre.

El hijo mayor del duque de Alba vistió el uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, mientras que Sofía destacó por su elegante sencillez con un traje diseñado por su tía Teresa Palazuelo.

Fiel reflejo de la personalidad de la joven, llevó un vestido de organza, de línea A, con manga corta y escote en uve, con una larga capa que salía de los hombros. Ni velo de tul, ni una de las grandes tiaras de la Casa de Alba, Sofía completó su look nupcial con un tocado de plumas blancas de Teresa Briz adornando su moño. 

Isabel Pantoja y Paquirri

Antes que ‘la viuda de España’, Isabel Pantoja fue ‘la novia virgen de España’. El mito de la tonadillera y el torero se hizo realidad el 30 de abril de 1983, con el enlace de Isabel y Paquirri en la iglesia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, de Sevilla.

La cantante  lució un vestido de raso con escote barco y cola de siete metros, que acompañó de un velo de tul de doce metros, sujetado por una diadema de brillantes a juego con los pendientes y la pulsera, que Paquirri le había dado como regalo de pedida.

Lolita y Guillermo Furiase

Cuando Lola Flores dijo que todo el mundo estaba invitado a la boda de su hija mayor, no imagino que esas palabras iban a "arruinar" el enlace.

El 25 de agosto de 1983 la multitud llenó la iglesia de la Encarnación de Marbella, porque todos querían ver la boda de Lolita con Guillermo Furiase. Fue entonces cuando La Faraona pronunció el icónico "si me queréis algo, irse". La situación fue tan incontrolable que al final los novios tuvieron que darse el 'sí, quiero', en la sacristía del templo.

La cantante, tan nerviosa por la situación que terminó entre lágrimas, optó por un vestido de encaje con mantilla.

Julio Iglesias e Isabel Preysler

Cuando el cantante, de 27 años, todavía no era la estrella internacional que llegaría a ser (aunque ya su carrera había despegado tras triunfar en el Festival de Eurovisión), se casó con una jovencísima Isabel Preysler, de solo 19 años, que hacía poco más de un año había llegado de su Filipinas natal.

El noviazgo fue breve y la boda no se caracterizó por la exultante felicidad, ya que la novia lloró desconsoladamente (más por el miedo que por la emoción) durante casi toda la ceremonia.

La boda se celebró el 20 de enero de 1971 en Illecas (Toledo), con Isabel luciendo un vestido de Mercedes Sorjel, de cuello vuelto y amplia falda, que ocultaba su incipiente embarazo (el 3 de septiembre nació Chabeli, la primera hija del matrimonio). Completó el look con  un ramo que ella misma ha elegido, formado por cinco rosas blancas.   

Raphael y Natalia Figueroa

La más absoluta discreción caracterizó a la boda del cantante de Linares con la aristócrata, nieta del conde de Romanones e hija de Marqués de Santo Floro. Aunque finalmente los periodistas descubrieron la fecha y el lugar, y Raphael y Natalia compartieron públicamente ese momento tan especial de sus vidas.

La boda tuvo lugar el 14 de febrero de 1972 en Venecia, con Natalia luciendo un vestido de los diseñadores sevillanos Herrera y Ollero, inspirado en los trajes de flamenca, con flor en el pelo incluida.

Rocío Dúrcal y Junior

Eran la pareja del momento, por eso la boda de Rocío Dúrcal y Junior, el 15 de enero de 1970 en la basílica del Real Monasterio de El Escorial, fue un gran acontecimiento, al que asistieron muchos de los grandes artistas de la época, desde Carmen Sevilla a Lola Flores, y cientos de fans que se acercaron a la plaza del monasterio para ver de cerca a sus ídolos.

Rocío lució un vestido de raso blanco rematado en visón blanco, de los diseñadores Herrera y Ollero, junto con una diadema de la que salía el velo de tul de más de tres metros.

John Fitzgerald Kennedy y Jacqueline Bouvier

Jacqueline Bouvier se convirtió en la esposa del emblemático John Fitzgerald Kennedy el 12 de septiembre de 1953, en la iglesia de Santa María de Newport, en Rhode Island, siete años antes de que él llegara a ser presidente de los Estados Unidos. 

Jackie, que se ha convertido en un icono de moda hasta nuestros días, lució un vestido realizado en tafetán de seda, obra de Ann Lowe. Un diseño de escote barco en color marfil de cuerpo ajustado drapeado y voluminosa falda con jaretas y rosetones bordados a mano, que acompañó de un largo velo de tul con detalles de plumeti y flores bordadas que había pertenecido a su abuela.

Se dice que fue el padre de Kennedy, quien se encargó de organizar la boda, el que eligió un vestido tan barroco frente al modelo más sencillo que quería la novia.