Las operaciones estéticas están a la orden del día y todas las semanas se conocen nuevos retoques estéticos que se han realizado uno u otro famoso. Esto no lo normaliza, porque parece que no entrañan problemas o riesgos, pero la muerte de la modelo Carolina Sada pone de relieve que no es así y que cualquier intervención quirúrgica, aunque sea de estética, puede provocar muchos problemas, incluso la muerte.

La modelo Carolina Sada ha fallecido a los 32 años tras someterse a dos nuevas cirugías estéticas en una clínica de Monterrey, en México. Tal y como han informado desde la agencia de noticias Notimex, la maniquí ha fallecido a consecuencia de un paro cardiorespiratorio, mientras se sometía a una rinoplastia y una liposucción. Aunque superó la operación con éxito, horas después de la intervención llegaron los problemas cardiacos y respiratorios que finalmente terminaron su vida a la temprana edad de 32 años y con dos hijos a los que ha dejado huérfanos.

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La familia de Carolina Sada ya ha puesto en manos de la justicia el caso para que se investigue una posible negligencia en sus operaciones estéticas. Por el momento habrá que esperar a que se practique la autopsia y conocer los resultados de la misma para poder afirmar que los cirujanos pudiesen haber cometido algún error o, por el contrario, todo responde a una trágica circunstancia que no se pudo evitar. Quizá tan solo evitando entrar en quirófano por cuestiones innecesarias.

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“Se tomó la decisión de suspender temporalmente el establecimiento a fin de revisar expedientes y lo que compete de manera cuidadosa”, informan desde la Secretaría de Salud mexicana a través de un comunicado de prensa, después de que se haya formado un gran revuelo en la opinión pública la muerte de Carolina Sada.