Cuando Kiko Rivera se sentó en el 'Deluxe', el pasado 17 de octubre, habló sin tapujos sobre las deslealtades de las que se le ha acusado. El cantante negó haber tenido nada con Chabeli ni con Techi, pero sí confesó haber tonteado con una joven llamada Alicia, una camarera de la discoteca que regenta en el centro de Sevilla. Su tonteo empezó a finales de año, cuando estaban en la calle y ella dijo que tenía frío. Él la dejó su chaqueta y aquello dio pie a que se intercambiara mensajes a través de Whatsapp.
"Estoy hundido. No soy ningún ejemplo. Solo me queda decir que voy a seguir apostando por mi mujer siempre. No sé de qué manera agradecerle al Señor que la pusiera en mi camino porque si Irene no estuviese a mi lado igual no estaría vivo", admitía el hijo de la tonadillera. Recalcaba, además, que Irene es el principal apoyo de su vida: «Si pierdo a mi mujer ahora, no sé qué sería de mí».
Kiko se confiesa en 'Sábado Deluxe': "Estoy triste"
«No estoy bien, pero me voy a recuperar, dalo por hecho», añadía.
«Mi vida no es una fiesta... No me siento bien. Me falta algo. No sé qué es». Kiko Rivera cree que ha tocado fondo. «Estoy en un momento de mi vida muy jodido». Y no descarta pedir la ayuda de profesionales. «Debería ir a un psicólogo. Tengo tanto miedo y eso viene por algo. Estoy triste».
En 'Viva la vida', la colaboradora aseguraba que los comentarios sobre las infidelidades de Kiko le han afectado. No es la primera vez que atraviesan un bache, pero hasta ahora todo ha quedado de puertas para dentro. "Llevo casi siete años de relación y hemos tenido muchos momentos felices pero también malos, lo que pasa es que no se han visto porque eso queda en mi casa, y sí que es cierto que en esos momentos han podido pasar cosillas", señalaba.
Irene Rosales: "Me da miedo hundirme"
"Llevo mucho acumulado y me da miedo hundirme. No puedo. No me lo voy a permitir», decía Irene Rosales en el programa de
Emma García. «No me permito que me duelan las cosas». A principios de este año murió su madre, y tras la pérdida se ha dado cuenta de cuáles son sus prioridades. «Me ha marcado de por vida», indicaba al recordar el fallecimiento de su progenitora. Asimismo, Irene ha revelado que lleva semanas recibiendo ataques a través de las redes sociales.
«Qué necesidad tengo de estar viendo estas cosas. Da rabia que el ser humano tenga que hacer daño». La sevillana segura estar cansada de la exposición mediática vivida tras los rumores de infidelidad de Kiko: «Muchas veces tanta saturación, tanto agobio, tantas especulaciones… No tiene que ser un machaque continuo. En cada familia hay un código. Podemos opinar, pero no machacar».