Durante más de ocho meses han conseguido llevar su noviazgo en silencio. Su círculo sí lo sabía, pero públicamente intentaban ser profundamente discretos. Así ha sido el comienzo de la relación de Irene Urdangarin (18 años) y Juan Urquijo (25 años), con quien tiene un llamativo parentesco. Una historia de amor que la Infanta Cristina no quería que se supiese, por lo que ella considera que es un motivo de peso. Ha sido precisamente Cristina, quien según ha podido saber SEMANA en exclusiva, ha tenido más de un intento por frenar este amor que tanto ruido está haciendo en las últimas horas. 

El papel de la Infanta Cristina para que su hija se fuera a Camboya

El intento más llamativo es su viaje a Camboya. En su año sabático Irene Urdangarin puso sobre la mesa varias opciones, una de ellas este voluntariado en el que ahora está inmersa. "Ella dudaba, pero su madre la presionó para dar ese paso. El objetivo era poner tierra de por medio entre ellos. En definitiva, que todo se enfriara", explican a este medio. Una fuente que prefiere preservar su intimidad y que ha vivido muy cerca desde los inicios de la relación hasta la fecha. 

“En su momento se dijo que la infanta Cristina había forzado un poco para que Irene se fuera a Camboya, pero se dijo que era porque quería seguir los pasos de Victoria Federica en el mundo influencer y era algo que a su madre no le gustaba. No era por eso. La presión para que Irene se fuera a Camboya fue para poner distancia entre ella y Juan Urquijo. A ella no le quedó más remedio”, nos asegura esta persona. 

Cuándo planea volver la nieta del Rey Juan Carlos a España

Fue el pasado mes de enero cuando la joven, ya mayor de edad, puso rumbo hacia Asia, donde le esperaba una aventura sin igual. Un viaje que sabía que le cambiaría la vida y que le ayudaría a tener otra perspectiva. Ha conseguido adaptarse en una ONG donde ejerce como voluntaria y cuya aventura planea alargar en total seis meses. Esto quiere decir que, al menos, durante ocho semanas más estará obligada a tener una relación a distancia con Juan, con quien ha logrado encajar a la perfección. 

Queda en evidencia que Irene es una joven que tiene las cosas claras. A pesar de que en su día llegó a dudar y finalmente hizo caso a los consejos de su madre, nada ni nadie ha servido para distanciarles. Ni siquiera los más de 10.000 kilómetros que existen entre Camboya y España. Eso no ha sido un impedimento, siendo su teléfono móvil el gran aliado para estar en contacto. Videollamadas, WhatsApp y redes sociales les permiten estar conectados a todas horas y, por supuesto, saber del otro.

Según ha podido saber esta revista, la Infanta Cristina no aprobaba la relación de su hija con Juan. Calibró las críticas, también el tsunami que se desataría cuando se conociera la identidad del novio de Irene Urdangarin. Y es que no es un desconocido. Todo lo contrario. Una ilusión que ha copado titulares justo 10 días después de que Teresa Urquijo, hermana de Juan, contrajera matrimonio con el Alcalde de Madrid, Almeida

Entonces ninguno imaginaba que Juan Urquijo e Irene estarían en boca de todos. Tanto él como su suegra, la Infanta Cristina, se comportaron con normalidad. Ambos querían disfrutar de la boda, degustar el banquete y bailar hasta el amanecer, una cuestión que pudieron cumplir. Solo unos días después el escándalo era un hecho y ya nada podía frenarlo. 

La Infanta Cristina e Irene Urdangarin

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Irene Urdangarin, a pesar de todo, está feliz. Podrá vivir con absoluta libertad su relación cuando regrese a España y eso le relaja. No es para menos teniendo en cuenta que desde el pasado verano ha estado absolutamente cohibida. Darse de la mano o comportarse de forma cariñosa con su pareja, a quien ha echado profundamente de menos. 

Los intentos de la Infanta Cristina por silenciar este noviazgo

La Infanta Cristina ha intentado por todos los medios silenciar este noviazgo. Una relación incipiente entre primos lejanos que no iba a pasar desapercibida cuando se confirmara. No solo por la consanguineidad, también porque es su primer novio conocido y, además, es Borbón. 

Juan Urquijo vive en Madrid, donde aprovecha para pasar tiempo con amigos, familia y trabajar. Es ingeniero agrónomo, una profesión que disfruta y que, según cuenta quien bien le conoce, "le hace vibrar". El mismo que tiene una fantástica relación con Victoria Federica, a quien Irene adora y con la que Juan tiene mucha confianza. Un punto de unión que, en su caso, ha servido para reforzar su historia de amor. 

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A pesar de que se ha dicho que Juan Urdangarin está completamente integrado en su familia política, al comienzo no fue fácil. La Infanta Cristina puso más de una traba, pero todo se quedó en un intento fallido. Y para muestra un botón. Ambos han sido pillados disfrutando de una cita en la capital, fotos que reflejan lo bien que se entienden.