El príncipe Harry podría ser deportado de Estados Unidos por una metedura de pata

El príncipe Harry de Inglaterra vuelve a estar en boca de todos. Aunque las noticias que nos llegan suponen una gran preocupación no solo para él, sino para toda su familia. Su ahora idílica vida en Estados Unidos se ve amenazada por un trámite burocrático bastante importante. Y es que su visa de residente podría ser revisada por las autoridades pertinentes a raíz de algunas declaraciones que ha publicado en su famoso libro de memorias, titulado 'En la sombra'. Cuando el duque de Sussex decidió abrir su corazón y relatar algunos aspectos de su biografía, se sinceró hasta el punto de contar que en su juventud había consumido drogas. Sin embargo, ahora podría pagar tanta sinceridad.

La Heritage Foundation, una fundación conservadora de Estados Unidos, ha solicitado que que se haga pública la solicitud de visado del príncipe Harry para conocer si el 'royal' británico declaró con total honestidad sobre su pasada relación con las drogas. Esta información sobre Drogas y Narcóticos se pregunta en el cuestionario para obtener el certificado. El departamento de Inmigración de Estados Unidos tiene una de las penalizaciones más graves por mentir en dicha solicitud. Tanto que si alguien es pillado incurriendo en falsedad se contempla la posible deportación y se le impide solicitar la ciudadanía.

El príncipe reside en Estados Unidos desde 2020, después de que él y su esposa, Meghan Markle, decidieran abandonar la primera línea oficial de la realeza británica. Tras una breve etapa en Canadá, los duques de Sussex se mudaron a una mansión en Montecito (California), donde están criando a sus dos hijos, Archie Harrison (3) y Lili Diana (1), y desarrollando su carrera profesional (enfocada sobre todo en los medios de comunicación y a través de su fundación solidaria).

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Harry de Inglaterra reveló en su controvertida obra que había probado la cocaína cuando contaba solo 17 años y que durante esta 'juventud salvaje' también había coqueteado con la marihuana, con unas "setas mágicas" y otras sustancias alucinógenas.

Estas palabras no han pasado inadvertidas para algunos sectores de la sociedad norteamericana, señalándolas en rojo. Dicha organización ha elevado un escrito a las autoridades en Washington para que revelen esa información. "Si el príncipe Harry ha disfrutado de un trato preferente, eso podría minar la confianza de la gente sobre la Justicia en cuanto a la igualdad de todos ante la Ley", manifiestan.

La batalla está servida. Y es que parece que los oficiales de Washington no se plantean ceder ante la presión de este grupo conservador y se niegan a facilitar la visa del príncipe Harry amparándose en proteger su privacidad. Todo esto salta en medio de una profunda crisis del país en los asuntos de inmigración y un quebradero de cabeza más para el presidente Biden, quien según algunos podría vislumbrar en Harry una acción ejemplarizante.

Se desconoce qué respondió el príncipe Harry sobre su consumo de drogas antes de residir en Estados Unidos, pero tal y como señalan los expertos, reconocer que sí lo había hecho podría haber puesto en peligro que le aceptaran... De momento, Harry de Inglaterra no ha pedido la ciudadanía estadounidense (para lo cual debería renunciar a sus títulos reales). El duque de Sussex podría tener una visa de tipo O-1, la cual está reservada para los inmigrantes "con una extraordinaria habilidad para las ciencias, artes, educación, negocios o deportes, o aquellos que han demostrado un extraordinario reconocimiento en el mundo del cine y la televisión o ha sido distinguido nacional o internacionalmente por estos logros".

Después de la felicidad de que sus dos hijos hayan sido reconocidos como príncipes de Sussex por el palacio de Buckingham, y del bautizo de la pequeña, celebrado en la intimidad de su hogar americano el pasado 3 de marzo, los problemas han vuelto para el atribulado hijo del rey Carlos III. Los términos de su presencia en los actos por la Coronación de este, el próximo 6 de mayo, también están dando mucho de qué hablar. Y es que se dice que Harry y Meghan desean salir con sus hijos a saludar al pueblo desde el balcón del palacio de Buckingham, algo solo reservado a los miembros en activo de la familia Windsor.