El pasado 5 de febrero pudimos ver al Rey de Inglaterra, Carlos III, por primera vez tras su operación de próstata. Una salida que supuso un alivio entre sus seguidores al comprobar su buen estado de salud tras la intervención y que quitó algo de hierro a los problemas de salud que estas últimas semanas han azotado a la Casa Real británica. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Cuando todos creíamos que el Rey Carlos IIIacudía a un servicio religioso en Sandringham para agradecer lo bien que había salido todo, resultó que estaba buscando consuelo y refugio en un duro momento que atraviesa tras recibir un nuevo varapalo: Tiene cáncer

Aunque por aquel entonces el mundo lo desconocía, solo días después el Rey emitía un comunicado desvelando su dura enfermedad. 

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Fue precisamente poco antes de esa visita a Sandringham cuando el Rey supo la enfermedad a la que se enfrenta. Según señalan los medios de comunicación británicos, Camila estaba a su lado cuando le dieron la dura noticia, sin embargo, Carlos III no fue 'corriendo' a contárselo a sus hijos... La primera persona a la que acudió fue al sacerdote Paul Williams.

Carlos III junto a Paul Williams

Carlos III junto a Paul Williams.

Gtres

Williams es un sacerdote muy conocido en Sandringham y es el encargado de oficiar el servicio religioso cada domingo en la iglesia de Santa María Magdalena. Ahora Paul se ha convertido en uno de los grandes apoyos del monarca, así que cuando le informaron de que tiene cáncer, no lo dudó ni un segundo y fue a visitarle.

Como jefe de la Iglesia anglicana, el monarca siempre ha mantenido una estrecha relación con la religión, y ahora que se enfrenta al cáncer, se ha convertido en su refugio más que nunca. Desde que conoció su enfermedad, Carlos no ha faltado a los servicios religiosos oficiados por Paul Williams

Carlos III y Paul Williams

Carlos III y Paul Williams.

Gtres

Aunque no fueron los primeros en enterarse de la noticia, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry han brindado su apoyo a su padre en estos duros momentos.

La noticia de la enfermedad de Carlos III consiguió que su hijo, el Príncipe Harry, volviese a Londres (aunque solo por unas horas). El hijo pequeño del monarca se reunía con su padre en Clarence House en un encuentro que duraba apenas unos 45 minutos, algo que parece que resulta insuficiente con el tiempo que llevan sin verse... Con quien no se reunió fue con su hermano, Guillermo, aunque no fue por su voluntad, ya que él estaba dispuesto a reencontrarse con el príncipe. "Harry habría aceptado con gusto reunirse con Guillermo", declaraban desde el 'Daily Mail'. Sin embargo, su hermano Guillermo no lo habría perdonado y todo parece indicar que le ha vuelto a dar la espalda.

Mientras tanto, el primogénito de Carlos III cogía las riendas del país y volvía al trabajo demostrando su indiscutible profesionalidad. El príncipe Guillermo encabezaba una ceremonia de investidura en el Castillo de Windsor dejando de lado todos sus problemas personales, tanto los problemas de salud de Kate Middleton (42 años), quien todavía está convaleciente de su operación abdominal como los de su padre.