Si últimamente alejas el móvil para leer mejor, te cuesta enfocar de cerca o notas que tus ojos se cansan más rápido, tranquila, no eres la única. La presbicia, también conocida como vista cansada, es ese pequeño recordatorio de que el tiempo pasa… y de que nuestros ojos también necesitan cuidados extra. ¿Son las pantallas las culpables de que comencemos a ver peor antes? Una experta aclara todas nuestras dudas sobre la vista cansada.

Las pantallas y la vista cansada

Desde hace unos años, el uso del teléfono móvil, ordenador y tablets está a la orden del día. Cada vez pasamos más tiempo delante de las pantallas pero ¿pueden las pantallas ser las culpables de la llamada vista cansada o presbicia? Hemos hablado con Susana Lobato, óptico-optometrista de Varilux en EssilorLuxottica que explica a SEMANA que “el uso de pantallas no es algo que afecte directamente al aumento de casos de presbicia, ya que se trata de un proceso fisiológico asociado al paso del tiempo. Sin embargo, las personas que hacen un uso más recurrente de pantallas pueden ser conscientes antes de los síntomas que alguien que no las usa de forma habitual”.

¿Qué relación tiene entonces las pantallas con la vista cansada? “El constante uso de las pantallas móviles hace que las personas denoten antes ciertas carencias o complicaciones en su visión, consecuencia de la presbicia. Respecto a los síntomas, la presbicia consiste en una pérdida gradual en la capacidad de enfocar de cerca, por lo que nos afectará en todas las acciones cotidianas que impliquen ver a corta distancia. Actividades como la lectura, mirar el móvil o el ordenador, se van a ver condicionadas por este problema”.

¿Cuáles son los primeros síntomas de la presbicia o vista cansada? “Los primeros signos suelen ser sutiles: la necesidad de alejar el libro o el móvil para enfocar mejor, fatiga visual al leer, dolores de cabeza o visión borrosa al realizar tareas de cerca. A veces se manifiesta como dificultad para ver bien con poca luz”.

vista cansada

Freepik

Lo ideal, según la experta, es consultar a un profesional en cuanto se empiecen a notar estos cambios. Una revisión visual a partir de los 40 años, incluso sin síntomas, puede ayudar a detectar la presbicia en fases tempranas y adaptar soluciones personalizadas.

Hábitos para retrasar la vista cansada

A partir de los 40-45 años, el cristalino (esa lente natural que nos ayuda a enfocar) empieza a perder elasticidad. Antes se adaptaba sin problema a cualquier distancia, pero con el tiempo se vuelve más rígido y le cuesta ajustar el enfoque en objetos cercanos. ¿El resultado? Letras borrosas, necesidad de más luz para leer y ese gesto clásico de estirar el brazo como si el problema fuera la distancia.

La presbicia o vista cansada es inevitable y nos llegará a todos, no hay nada que podamos hacer para evitarlo. Sin embargo, podemos retrasar su aparición unos años adquiriendo buenos hábitos visuales en nuestro día a día. “Si, por ejemplo, tenemos que estar 8 horas delante del ordenador, un buen hábito que deberíamos seguir todos es la regla del 20-20: cada 20 minutos, mirar a lo lejos durante 20 segundos. Este simple gesto nos ayudará a reducir los síntomas de cansancio y fatiga visual al final del día y puede ayudar a retrasar los primeros síntomas de la presbicia”, asegura Susana Lobato.

La experta de EssilorLuxottica señala que es importante también contar siempre con una buena iluminación visual al leer y trabajar, mantener una distancia adecuada con las pantallas o libros y evitar así posturas forzadas. “De todas formas, recomendamos acudir a revisiones periódicas para personalizar el tratamiento porque no todos los pacientes se adaptan igual a las soluciones estándar”.

vista cansada

Freepik

La solución a la vista cansada

Una vez que la presbicia o vista cansada se ha instalado ¿cómo podemos volver a tener una vista óptima? ¿Hay tratamientos efectivos? “Existen varios tratamientos para la presbicia, desde la cirugía, pasando por las lentes de contacto o las lentes oftálmicas como las lentes progresivas. Éstas últimas son la solución más extendida por su eficacia y por ser una solución no invasiva”.

¿Por qué las lentes progresivas pueden ayudarnos con la vista cansada? Las lentes progresivas son ese pequeño truco óptico que te devuelve la nitidez sin complicaciones. “Lo bueno y cómodo de las lentes progresivas es que integran todas las graduaciones necesarias para ver a diferentes distancias en una misma lente. Por lo tanto, con una sola gafa puedes realizar cualquier actividad en tu día a día, independientemente de la distancia requerida”, comenta Lobato.

vista cansada

Freepik

La experta hace hincapié en que hay algunos mitos alrededor de las lentes progresivas, de los que tenemos que empezar a olvidarnos, como que marean o que es difícil adaptarse a ellas. En los últimos años se ha avanzado mucho en la tecnología de las lentes progresivas, aprovechándonos incluso de los avances de la inteligencia artificial, nos cuenta.

Tu visión no está en crisis, es un proceso totalmente normal que tiene soluciones sencillas. La presbicia solo indica que has acumulado años de experiencia (y de buenos momentos).