La longevidad ya no es solo cuestión de soplar más velas. Hoy, más que contar años, nos importa cómo los vivimos, con energía, autonomía y bienestar. Porque ¿de qué sirve llegar a los 90 si los últimos 20 los pasamos sin fuerza ni alegría? Los expertos de Harvard nos dan las claves para una vida más larga y con más salud.

En busca de la longevidad

Los expertos coinciden: la longevidad no depende solo de la genética. De hecho, nuestros hábitos diarios (lo que comemos, cómo nos movemos, cómo dormimos o con quién compartimos la vida) tienen un impacto enorme. Las llamadas “zonas azules” del planeta, donde la gente vive más y mejor, nos dan pistas: dietas basadas en plantas, actividad física moderada, vínculos sociales fuertes y un propósito claro en la vida.

Además, cuidar la mente es tan importante como cuidar el cuerpo. El estrés crónico, la soledad o la falta de motivación pueden acelerar el envejecimiento más que el paso del tiempo. Por eso, cultivar el optimismo, mantenernos curiosos y rodearnos de personas que nos hagan bien es parte del secreto.

grupo

Freepik

El papel de la alimentación

La alimentación es uno de los pilares fundamentales de la salud. Según recoge la publicación de la Facultad de Medicina de Harvard, Harvard Health Publishing, “Una dieta saludable proporciona a las células fuentes vitales de energía y las mantiene estables y funcionando correctamente. Los alimentos saludables fortalecen las células inmunitarias, que defienden contra infecciones y otras amenazas para la salud, protegen a otras células del daño y ayudan al cuerpo a reparar o reemplazar las células dañadas. Por otro lado, una dieta rica en azúcar, grasas no saludables y alimentos procesados puede hacer que las células de todo el cuerpo sean más vulnerables a daños y un funcionamiento deficiente. Esto puede aumentar el riesgo de infecciones, cáncer, inflamación y enfermedades crónicas”.

¿Las dietas veganas son más recomendables para una vida más saludable? “Una dieta a base de plantas implica consumir muchas frutas y verduras, legumbres, frutos secos, semillas y cereales integrales en lugar de alimentos procesados. Los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes como el betacaroteno, el licopeno y las vitaminas A, C y E, que protegen las células del daño. Seguir una dieta basada en plantas no significa que tengas que volverte vegetariano ni dejar de comer carne o postre. Simplemente significa que la mayoría de los alimentos que consumes deben estar mínimamente procesados y provenir de plantas”, apuntan los expertos de Harvard.

dieta

Freepik

Ejercicio físico, clave del bienestar global

Mover el cuerpo no solo es una cuestión estética, es una verdadera inversión en bienestar (¡y en años de vida!). Hacer ejercicio mejora la salud del corazón y los pulmones, fortalece los músculos, afina el equilibrio y ayuda a mantener un peso saludable. Pero eso no es todo, también es un aliado silencioso contra infartos, caídas, diabetes y hasta el mal humor. Dormir mejor, sentirse con más energía y buen ánimo puede empezar con algo tan simple como una caminata.

Y no necesitas apuntarte a un triatlón: según los expertos de Harvard, con 150 minutos semanales de actividad moderada (como caminar rápido o bailar) o 75 minutos de algo más movido (como nadar o pedalear a buen ritmo) es suficiente. ¿Lo mejor? También cuentan cosas como limpiar la casa, hacer jardinería o levantarte del sofá para estirar las piernas durante tu serie favorita. La clave está en moverse, sin presiones, pero con constancia. Porque cada paso suma... y la vida lo agradece.

ejercicio

Freepik

Las otras 6 recomendaciones estrella de longevidad

Más allá de comer bien y moverse un poco más, hay una serie de gestos cotidianos que pueden marcar la diferencia cuando se trata de vivir más, y mejor. Los expertos de Harvard sugieren seguir también estas seis estrategias:

  • Di no al tabaco: Sabemos que dejar de fumar no es fácil, pero sí es una de las mejores decisiones que puedes tomar por tu salud. Fumar envejece antes de tiempo, daña los pulmones, el corazón, la piel… y suma muchos boletos para enfermedades graves. Si no has fumado, ¡ni se te ocurra empezar! Y si estás en proceso de dejarlo, hay muchísimas herramientas que pueden ayudarte.
  • Alcohol, con moderación (o sin él): Un brindis de vez en cuando está bien, pero beber en exceso puede hacerle más daño a tu cuerpo del que imaginas: afecta al hígado, debilita las defensas y puede influir en tu estado de ánimo. La recomendación de los expertos es clara: cuanto menos, mejor.
  • Duerme como un bebé: Dormir entre siete y nueve horas por noche no es un lujo, es una necesidad. El descanso influye en todo: desde tu corazón hasta tu estado de ánimo. Así que prepárate una rutina nocturna, apaga pantallas y dale a tu cuerpo el descanso que merece.
  • Más hidratación: Mantener una buena hidratación no solo mejora la piel, también ayuda a que todo tu cuerpo funcione mejor. Beber agua a lo largo del día es uno de esos gestos simples que suman bienestar (y también años).
  • Conexiones que curan: Ver a tus amigos, familia, charlar con un vecino o simplemente compartir una comida con alguien. La socialización está más ligada a la longevidad de lo que imaginas. Rodéate de personas que te hagan bien y no te olvides de reír mucho.
  • Actitud ante todo: Ver el vaso medio lleno también es salud. Mantener una actitud positiva, cultivar el optimismo y reírte de ti de vez en cuando puede influir en tu bienestar emocional y en cómo envejece tu cuerpo. Sí, la buena vibra también es medicinal.