1. Antes de aplicar los productos hidratantes adecuados debes limpiar la piel para que absorba todos sus componentes y notes los efectos de inmediato. En esta época has de utilizar limpiadores faciales poco agresivos como jabones o geles neutros sin factores químicos que no resequen la piel y tónicos refrescantes para revitalizar el cutis.
  2. La exfoliación, una vez por semana o cada quince días dependiendo de tu piel, también tienes que hacerla ahora con productos poco abrasivos.
  3. En verano con los factores que antes ya hemos comentado como el sol, salitre o cloro, debemos doblar la aplicación de cremas hidratantes, nutritivas y humectantes en el rostro, para evitar la aparición de arrugas prematuras y la formación de manchas o rojeces. Aunque al estar moreno tenemos mejor cara, la hidratación es la que nos proporciona la luz.
  4. Elige una crema hidratante con textura más suave que la que utilizas en invierno ya que  ésta puede ser que no se adapte a las condiciones climatológicas del verano. Son preferibles cremas ligeras o geles, cremas con un alto porcentaje de agua e incluso los bálsamos. Recuerda que siempre debes tener en cuenta tu tipo de piel para escoger la crema facial correcta.
  5. Recurre a una que tenga factor de protección, aunque en estas fechas de intenso sol es necesario aplicar después un fotoprotector solar más intenso (lo recomendable es que nunca bajes de 50, aunque estés morena, es la única forma de que no aparezcan las manchas que tanto avejentan). Hay que repetir su aplicación cada dos horas..
  6. Hay algunas zonas del rostro que son especialmente sensibles a las agresiones del clima en verano como el contorno de ojos, por lo que requieren un cuidado específico para mantenerlos siempre hidratados.
  7. Para una hidratación más intensa, una vez por semana aplica una mascarilla facial que se adapte a tu tipo de piel.
  8. También es recomendable acudir a un centro especializado, una vez al mes, para conseguir resultados de una limpieza todavía más profunda.
  9. Las elevadas temperaturas aceleran la pérdida de agua en el cuerpo, por lo que debes beber abundantes líquidos en verano. Nunca menos de dos litros de agua al día, infusiones o zumos naturales.
  10. La alimentación es esencial para mantener la piel perfectamente hidratada. Abusa de verduras y frutas, son la mejor opción para ello y, además, equilibran el organismo.

Te mostramos tus aliados para el perfecto cuidado de tu rostro:

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