El queso es uno de los alimentos más consumidos en nuestro país y los expertos coinciden en que es muy sano y recomendable a partir de los 50. Si quieres cuidarte, pero disfrutar de este ingrediente tan saludable, solo tienes que saber elegir bien cuáles incluir en tu cesta de la compra.

¿Por qué las francesas no engordan? La paradoja francesa tiene mucho que ver con la comida real y dejar de lado los ultraprocesados. El queso es un alimento que, aunque calórico en muchas de sus variedades, aporta muchos beneficios saludables al organismo y esto hace que sea un ingrediente que no deberías dejar de incluir en tu dieta por la creencia de que engorda. Durante la menopausia es conveniente aumentar el aporte de proteínas, vitaminas y minerales, y el queso se perfila como un alimento perfecto para consumir con moderación. 

Los beneficios del queso que deberías conocer

El queso es una gran fuente de vitaminas del grupo B, sobre todo de B12, B9 (ácido fólico También es rico en vitaminas A y D, vitaminas que ayudan a al organismo a absorber el calcio de forma óptima y a mantener los huesos y los dientes sanos. Esto hace que sea muy interesante incluirlo en la dieta en la etapa de la menopausia.

Un artículo publicado en la revista Nutrición Hospitalaria señala las propiedades nutricionales del queso: “Los productos lácteos como la leche, el yogur y el queso, son alimentos de elevada densidad nutricional que aportan proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono, fundamentalmente en forma de lactosa, además de grasa, vitaminas, incluidas las del complejo B, y minerales como calcio, magnesio, fósforo y zinc. La grasa de los productos lácteos es compleja en su composición y tiene importantes funciones biológicas como, por ejemplo, vehicular las vitaminas liposolubles (A, D, E y K)”.

Además, el queso es un alimento rico en probióticos saludables, bacterias que colonizan el intestino y que refuerzan el sistema inmune y mejoran la absorción de los nutrientes por el organismo. Una microbiota saludable es un organismo más sano.

¿Engorda mucho el queso? ¿Cuánto puedo comer?

Aunque su contenido en grasa pueda dar la impresión de que puede no ser cardiosaludable, lo cierto es que un metaanálisis publicado en la revista European Journal of Nutrition, sugiere una relación inversa entre el consumo de queso y la enfermedad cardiovascular. Pero entonces, el consumo de queso estaría no relacionado con el sobrepeso? Un estudio publicado en la revista Food science and technology international concluyó que “Los participantes con un consumo bajo o moderado de queso fresco y procesado demostraron una mayor prevalencia de exceso de peso, en comparación con aquellos con un mayor consumo”. 

European Journal of Nutrition

Food science and technology international

El artículo de la revista Nutrición Hospitalaria afirma que el queso no solo es cardiosaludable, también es un alimento neuroprotector: “La grasa de los productos lácteos se presenta en forma de microglóbulos emulsionados en la fase acuosa, lo que favorece la hidrólisis por las enzimas digestivas. Los glóbulos están rodeados de una membrana de naturaleza lipoproteica con componentes como los fosfolípidos, que atenúan los efectos degenerativos neuronales de la edad y poseen actividad antimicrobiana. Un tercio de los fosfolípidos son esfingolípidos, con actividades biológicas potencialmente beneficiosas para la salud humana y con efectos potencialmente cardioprotectores”. Estos efectos hacen que sea especialmente beneficioso consumir queso a partir de los 50, siempre con moderación, ya se sabe que es la dosis la que hace el veneno.

El queso y la microbiota
Cuanto más curado esté el queso menos lactosa tendrá y será más digestivo. (Pexels)

¿Qué quesos elegir para cuidarme y no engordar?

Marcos Vázquez, experto en fitness y nutrición y autor del blog Fitness Revolucionario, explica que “estamos mejor adaptados a los quesos que hemos consumido durante más tiempo”. Su recomendación es priorizar los quesos tradicionales como por ejemplo el queso Gouda que es especialmente beneficioso para mantener a raya el colesterol. 

Cuanto más curado está el queso menos lactosa tiene, por lo tanto es más digestivo y mejor tolerado por el organismo. Si toleras bien la lactosa, Vázquez aconseja optar por quesos como el queso Feta, ya que los quesos de oveja aportan más ALC (ácido linoléico conjugado) que los de vaca o los de cabra. El ALC lo que hace es activar el metabolismo de las proteínas ayudando al cuerpo a absorberlas correctamente.

El experto destierra el mito de que los quesos bajos en grasa son mejores para el corazón y pone especial énfasis en recomendar quesos como el Brie o el Gouda por contener gran cantidad de vitamina K2 que, además de cuidar el corazón, fortalece los huesos y los dientes. También absorbe mejor la grasa por lo que es una buena idea seleccionar este tipo de quesos para integrarlos en tu dieta saludable.

¿Qué pasa con los quesos más fuertes? El experto recomienda los quesos azules como el Roquefort, el Cabrales o el Gorgonzola porque contienen un pequeño tesoro en forma de hongo, el Penicillium que contribuye a reducir el riesgo de infecciones y de enfermedad coronaria.“En quesos de corteza blanca (y comestible) como Brie, Camembert o rulo de cabra participan también mohos de distintas especies, pudiendo favorecer el metabolismo intestinal”, argumenta Vázquez, y añade que “aunque hay menos estudios, los buenos quesos manchegos tampoco se quedan atrás”.

Olvídate de los quesos ultraprocesados y los sucedáneos si quieres aprovecharte de todos los beneficios del queso “real”.

¿El queso engorda? Esto son los beneficios saludables de este alimento en la menopausia
Consumir queso azul de forma moderada reduce el riesgo de infecciones y de accidentes cardiovasculares. (Unsplash)

¿Cuánto queso puedo comer al día?

Está claro que el queso debería ser un complemento en la dieta y no un alimento base como serían las verduras. 

¿Cuánto queso deberías comer en una dieta sana? Marcos Vázquez señala que “hay algunos estudios que encuentran forma de U en la relación del queso con la mortalidad, es decir, comer un poco de queso es mejor que no comer nada, pero comerlo en moderación es mejor que hacerlo en exceso. Hay estudios que han determinado una mayor reducción del riesgo cardiovascular y de accidente cerebral con 40g de queso al día. Aunque habría que considerar factores individuales, una porción diaria de 30-50 gramos, rotando distintos tipos de quesos tradicionales, es lo ideal para la mayoría.”

No demonicemos el queso porque tiene muchas propiedades saludables perfectas para cuidar de nuestra salud, sobre todo a partir de los 50. Bon appetit!

Bon appetit!