La piel tiene sus propios mecanismos de hidratación interna. Y de ellos, la producción de ácido hialurónico, es el rey. Sus moléculas actúan como pequeñas esponjas que retienen el agua y mantienen el índice adecuado de hidratación. Tanto interna como externamente. Sin embargo, las reservas de esta sustancia se ven mermadas por muchas causas.
Tu piel necesita mantener la hidratación óptima para mantenerse sana
Con la edad, sobre todo a partir de los 45 años, perdemos la capacidad natural de producirla. Y los factores externos pueden acelerar su pérdida aunque la piel sea joven. ¿Las causas? Los rayos UV tomados en exceso y sin la fotoprotección adecuada. Por supuesto, la contaminación ambiental, el tabaquismo, las sustancias químicas excesivamente agresivas. Y no olvidemos en verano el cloro de las piscinas, el exceso de calor... O incluso el esfuerzo físico es otra de las causas que disminuyen drásticamente el nivel ácido hialurónico y de hidratación. Tanto de la epidermis como de las mucosas.
Con la edad, sobre todo a partir de los 45 años, debemos prestar especial atención a la falta de hidratación
¿Cuáles son las consecuencias de la falta de hidratación y cómo combatirlas?
La sequedad, la aspereza, la flacidez y la aparición de arruguitas son las consecuencias estéticas más evidentes. Además de aportar una hidratación extra a través de lociones y cremas según las necesidades de cada piel, es fundamental hidratar el organismo. Y más en verano, ingiriendo los líquidos necesarios. Tener una botellita de agua siempre a mano y beber a lo largo del día, aunque la sed no apriete, es ley. Si te aburre el agua a secas, puedes añadirle algunas rodajas de naranja, limón o pepino, que te ayudarán a beber con más placer. Además de este mandamiento esencial, puedes echar mano de cinco gestos que te ayudarán a mantener tu piel jugosa y tu organismo perfectamente hidratado.
Tener a mano verduras crudas te permite contar con un snack más que saludable
5 gestos que mantienen la hidratación en tu piel
Uno, empieza el día bebiendo un gran vaso de agua. Y llénate tu botella de entre un litro y litro y medio para bebértelo a lo largo del día. Antes de irte a la cama, revisa si lo has acabado.
Dos, come un par de frutas al día, una ración de verdura cocida, como plato o guarnición y utiliza las “crudités”. Tener a mano verduras crudas: zanahoria, pimiento, pepino, tomates cherry… te permite contar con un snack más que saludable.
Tres, acostúmbrate a identificar los momentos de descanso con el acto de beber un vaso de agua o una infusión.
Cuatro, mejor bebidas naturales que refrescos azucarados; mejor el té frío en cualquiera de sus múltiples variantes que el café con hielo.
Cinco, los gazpachos son un cóctel perfecto de agua y vitaminas….y los zumos naturales, también. Incluye en tu “neceser” de belleza y bienestar una licuadora. Descubrirás el fantástico mundo de los batidos y smoothies, auténticos aliados de la salud ya que los puedes hacer con tus frutas, verduras y hortalizas favoritas….