La última gala de ‘La isla de las tentaciones’ nos ha regalado un momentazo: el regreso de Rubén al ‘reality’. El soltero que hizo tambalear la relación entre Fani Carbajo y Christopher se ha incorporado al concurso ha vuelto con fuerza. Y dispuesto a conquistar a una de las mujeres que han decidido poner a prueba sus relaciones de pareja: Lola, Lara, Claudia, Lucía o Marina.
Antes del retorno de Rubén, las chicas aceptaron el trato que les ofreció Sandra Barneda: podrían expulsar a uno de los solteros para que entrase uno nuevo. Entonces no imaginaban que con el ‘canje’ estaban abriendo las puertas de Villa Montaña al que fue soltero de oro de la primera edición del programa.
Rubén se presenta a la chicas: «Tuve una historia con Fani que no funcionó»

Rubén no ha sido el único soltero VIP que se ha incorporado al ‘reality’. En Villa Playa ha irrumpido con fuerza otro personaje de la primera entrega del programa: Fiama. La canaria, que entró por primera vez en el espacio como novia de Álex, se presentaba muy segura de sí misma: «Soy Fiama. Participé en la primera edición. Llegué enamorada, que me casaba, que todo genial pero al final salimos con duda y los dejamos. Ahora vengo a pasarlo bien, a ponerme a prueba a mí y a ponerles a prueba a ustedes», decía.
Los chicos al verla admitían sentirse «impactados». Manuel iba un poco más allá y revelaba que había hablado de ella a sus compañeros. «Estuve hablando con ellos y les dije que me llamó la atención cuando la vi por la tele. Me parecía guapa. Habrá de conocerla», confesaba. Fuera de cámaras se mostraba gratamente sorprendido y encantado. Y se aventuraba a anunciar que la nueva soltera «puede poner las cosas complicadas» en la casa.
Vídeo: Redes sociales
Días antes del regreso de Rubén a la isla, Fani Carbajo respondía al regreso del chico con el que echó una canita al aire. «Me parece muy hipócrita por su parte», ha dicho la madrileña, entre otras lindezas sobre su examante. Basta con ver el vídeo en el que habla en el debate de ‘La isla de las tentaciones’ para dar fe de la poca gracia que le hace su vuelta al ‘reality’.