El miedo al contagio no solo se vive en la calle, también en los programas de televisión. Tanto es así que este martes 'El programa de Ana Rosa' reveló la medida extrema que había tomado Mediaset: no asistiría público con el fin de prevenir. "Viene gente mayor y hay que protegerla", dijo. Todo un hito después de once años en antena, sin embargo, esta tan solo ha sido la primera de las decisiones drásticas que ha aprobado Ana Rosa Quintana. La presentadora este miércoles y tras los nuevos casos de infectados por coronavirus, ha confesado a los espectadores cuál es su estrategia para tratar de evitar que su equipo esté en peligro.
Ana Rosa Quintana

La primera de las medidas es promover el teletrabajo, una recomendación que ha venido dada por el Ministerio de Sanidad y que muchas empresas han empezado a tomar. "Un tercio de los compañeros de la redacción está haciendo teletrabajo", ha comentado. Solución que se trata de tomar para intentar paliar la situación en el caso de que algún trabajador "se ponga malito", pues sería sustituido por alguien que se encuentre en su hogar. De hecho, reporteros como Marta Riesco han dado pistas en su Instagram de cómo se están organizando: dos compañeros físicamente y el resto desde su casa.

Su decisión respecto a Patricia Pardo

Ana Rosa ha actuado con la misma prudencia en el caso de Patricia Pardo, pues ella es la encargada de ponerse al frente del programa cuando la periodista está de vacaciones. "Patricia Pardo, que generalmente me sustituye, va a estar 14 días en su casa", ha revelado frente a las cámaras. Plan de actuación con el que demuestra que son responsables y que, por su parte, intentará frenar la propagación de este virus por el que tanta gente está alarmada. Y es que en las últimas horas son muchos los bulos que corren como la pólvora en las redes sociales, una circunstancia por la que se ha imperado el temor en la sociedad.
Patricia Pardo

No obstante, ha enviado un mensaje tranquilizador en las últimas horas llamando a la calma después de que haya ciudadanos que puedan llegar a creer que los supermercados quedarán desabastecidos.