El drama de los padres de Chelo García Cortés

Chelo García Cortés ha rememorado los días más difíciles de su infancia y su adolescencia. Porque su biografía ha estado marcada por la enfermedad mental de su madre, que se quitó la vida cuando ella tenía apenas 11 años."Mi madre murió en el año 63", recordaba en 'Sálvame'. La colaboradora sacó su pasado a relucir al comentar con sus compañeros las duras confesiones de Elena, la madre de Adara Molinero, así como la de Ana María Aldón en 'Supervivientes'. Hace dos días, ambas concursantes revelaron en los Cayos Cochinos haber vivido infancias terribles. La madrileña con una progentiora que la maltrataba "a correazos". La mujer de José Ortega Cano, con un padre que "fue una bestia humana".

"Mi madre era bipolar"

"La enfermedad que tenía mi madre ahora está diagnosticada", señalaba. "Después de oír mucho puedo decir que mi madre era bipolar, pero en aquella época no lo veía. Solo veía a mi padre con unas gráficas...", ha explicado la gallega. Al hablar de su madre se ha emocionado. "No soporto que alguien tome ansiolíticos porque yo lo que recuerdo es mi padre distribuyendo los ansiolíticos cuando mi madre venía a casa".La madre de Chelo García Cortés empezó a tener problemas psiquiátricos cuando ella tenía unos cinco años. En aquella época había mucho desconocimiento respecto a las enfermedades mentales, que eran un tema tabú. En su relato, la periodista ha resaltado el papel de su padre, quien pese a la falta de cultura de su generación sobre problemas emocionales supo actuar para intentar ayudar a su mujer.

"Las fotos que tengo de ella me duelen"

En un principio, su padre llevó a su madre a una clínica en su tierra natal. "Tras el nacimiento de mi hermana mi madre recae y la llevamos a una clínica en Vigo". Pero ante el empeoramiento de su estado la trasladó "a la López Ibor", un conocido centro psiquiátrico de la capital."Era guapísima, maravillosa", decía Chelo al recordar a quien le dio la vida. "Venía con una ropa negra... Mi obsesión es que yo no quería verla como la veía allí, tan triste, de negro". Por este motivo, cuando ha mostrado fotos de su vida públicamente ha procurado que sean de los mejores años de su madre, cuando aún lucía ropa de color. La experiencia de ver a su madre vestida de negro durante sus años más oscuros la ha marcado al punto de no soportar ese tono. "Puedo traer fotos de cuando era una cosita así... con esas pamelas, pero luego las fotos que tengo de ella me duelen. Estaba malita. He facilitado fotos de cuando yo era pequeña porque estaba muy guapa. La foto de la comunión había venido de la clínica a la comunión y estaba de negro".

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Pensó mucho en sus padres cuando concursó en 'Supervivientes'

Cuando formó parte de 'Supervivientes 2019', Chelo tuvo tiempo de sobra para pensar. Muchos de esos recuerdos la llevaron a repasar la complicada situación de sus padres. Su madre, enferma. Y su padre, sacando adelante a la familia como podía.

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"He podido entender por qué eligió irse"

"Ahora que tengo la sensibilidad más a flor de piel he visionado cosas en la isla que yo misma he querido dejar de vivir a pesar de todo allí en la isla he podido entender porqué ella eligió irse. Hasta ahora no lo había podido entender y hasta ahora no la había perdonado".

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"He empezado a entender lo que pasó y por qué pasó"

A sus 68 años, Chelo ha sido capaz de comprender los motivos que llevaron a su madre a tomar una decisión tan drástica. Estaba muy enferma y fue víctima de tan grave dolencia. "He empezado a entender lo que pasó y por qué pasó", ha admitido.

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"Conseguí perdonarla y entenderla"

En ese proceso de perdón con su madre mucho tuvo que ver su paso por el 'reality de Telecinco. "Allí conseguí perdonarla y entenderla. Decir: qué valiente fuiste. Se fue porque tenía miedo a hacer daño".

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Así recuerda a su padre: "Ha hecho de padre y de madre"

Estando en las costas del Caribe se acordó, y mucho, de su padre. "He tenido la suerte de tener un hombre que ha hecho de padre, de madre", detallaba en 'Sálvame'. "Que cuando tenía una edad me preguntó si tenía relaciones que tengo. Ha sido el que me ha enseñado a planchar, a fregar. El que me compró compresas, o lo que se llevaba entonces, cuando me vino la regla".

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"No sé lo que es jugar"

Con lágrimas en los ojos, Chelo ha confesado que la tristeza y las ausencias de su madre forjaron su personalidad. Y definieron su complicada infancia: "No sé lo que es jugar".

GTRES

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Recibió la noticia de la muerte de su madre en el colegio

El momento más duro del relato de Chelo tuvo lugar cuando recordó cómo y cuándo se enteró de que su madre se había suicidado. "Me lo dijo la directora del colegio. Estaba en las Teresianas de Madrid. Era un colegio de monjas suizas en Canillejas. Estábamos jugando en el patio. La directora me llama a su despacho y en vez de abrazarme me dijo: tu madre ha cometido un pecado y ha hecho esto. Aguántalo. Menos mal que estaba mi tío, hermano de mi madre, y me sacaron".

Telecinco

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"Celebrábamos una Nochebuena atípica"

El fallecimiento de su madre marcó un antes y un después en su vida. Años después, su padre encontró a una nueva pareja. "Mi padre se enamora y se casa con otra mujer, que es como mi segunda madre. Pero celebrábamos una Nochebuena atípica". Tras lo sucedido, dejó de haber fotos de su madre en casa "por respeto a la otra mujer" de su padre.

Telecinco

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Al hablar de su familia: "No todas las abuelas son buenas"

Al quedarse huérfana, la familia intentó ayudar. Pero Chelo no guarda demasiado buen recuerdo de sus abuelas. "No todas las abuelas son buenas. Mi abuela de Madrid era malísima. Mi abuela materna pobectita cargó conmigo y se portó muy bien, pero no he sentido que mi abuela me cogiera en brazos. Era más cariñosa con los chicos. Mi abuela paterna lo único que hacía era meterse con mi madre".

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"Hice lo más rebelde del mundo"

Chelo ha recordado que tuvo una adolescencia rebelde, en la que su mente solo encontraba reproches hacia su madre. "Nos dejaste, dejaste a papá solo", pensaba entonces. La "rabia que tenía dentro", la hizo abandonar los estudios y querer romper con todo. "Me alejó de la iglesia. Hice lo más rebelde del mundo. Dejé de estudiar. Hasta que un día dije: tienes que seguir estudiando. Y entré a la universidad con el acceso apara mayores de 25 años".

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Así ha superado las adversidades

Por todo lo experimentado, Cheo está convencida de que contar con la ayuda de un especialista es importante para quien padezca una enfermedad mental o conviva con alguien que la padece. "A mí me llevaron al psiquiatra", indicaba. Para ella es "importante ahondar en lo que llevamos dentro".