Teatro, cine y televisión son los lugares habituales donde Amparo Larrañaga ha desempeñado su carrera. Desde hace unos meses no se le había vuelto a ver y ha sido la propia actriz la que ha resuelto la duda. En una revisión programada para averiguar porqué su tensión estaba alta, terminó acudiendo al cardiólogo y finalmente en el quirófano. A la actriz le encontraron una "insuficiencia mitral severa" a tiempo, una complicación que dificulta el funcionamiento del corazón. Con su recuperación y vuelta queda atrás este hecho, que ha sido un susto grande: "La suerte es el hallazgo casual que nos salva. Ha sido un susto".

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Atresmedia

En total eran unos tres meses lo que le recomendó el doctor encargado de la operación que se tomara para estar tranquila. Con total éxito, relataba lo que le impactó el hecho de que tuvieran que pararle el corazón para que todo fuera bien, como así fue finalmente. Cuando se enteró de la noticia de tener que pasar por quirófano, surgieron muchas dudas sobre el proceso. Entre todas ellas, una de sus mayores preocupaciones se encontraban en cómo decírselo a su madre y a su gente de alrededor: "No quería que se enterara hasta 3 días antes, por lógica". El quirófano no le asustaba, pero los nervios se hicieron presente justo la noche antes: "Eché a todos del hospital porque estaba muy angustiada. Me salió un sarpullido".

En ese momento en el que se vio en el hospital le hizo ser más consciente que nunca de lo que se estaba enfrentando. Justo la noche de antes a la operación, rodeada de los suyos, no paraba de hacerse preguntas: "Necesitaba dejar de hacerme la fuerte, quería romperme y asimilar la situación". El postoperatorio ha sido relativamente sencillo en su caso y para lo que ella pensaba. Uno de los mayores recuerdos de ese momento que tendrá junto a ella es la cicatriz de diez centímetros del pecho. Quería que el tiempo para recuperarse fuera el menor posible para volver a las tablas cuanto antes: "Estuve 2 días de preparación, 2 días en la UCI y al 5 día me dieron el alta. Ya había caminado".

Recuerdo muy especial para su padre Carlos Larrañaga

El paso de Amparo Larrañaga por el hospital ha despertado en ella sentimientos encontrados más allá de la operación. Allí se ha acordado de todo lo que pasó junto a su padre, Carlos Larrañaga, que falleció en 2012 tras una larga enfermedad. En esos más de diez meses que pasó junto a él como acompañante en el hospital, la comida era un tema complicado. Una complicación que ella misma ha vivido en su propia experiencia: "Lo pasó fatal, no quería comer y pensaba todos los días en el porque no podía hacerlo". Todo el cariño que guarda por él le hace recordar una y otra vez momentos vividos"

Ahora es momento de retomar la actividad y se volverá a activar este 10 de febrero con la obra 'Laponia', que vuelve a los teatros tras estrenarse en septiembre del año pasado. Los escenarios han sido, y serán, siempre un hogar más, que no lo exige ni le pide cosas que no quiere. A días de cumplir los 60 años, y reflexionando sobre la importancia de la belleza en profesiones como la suya, reconoce que a ella le da igual. No comprende "esa dictadura de la belleza a partir de una edad" y que, igual que no quiere estar en redes sociales, no iba a hacerse esclava de eso: "El teatro no me lo exige".