Si hay una prenda que, verano tras verano, demuestra que la elegancia no necesita mangas para conseguir el look perfecto, es el chaleco. Esa pieza híbrida entre sastrería y top, entre prenda de fondo de armario y tendencia viva, se ha consolidado como una de las grandes bazas estilísticas para quienes quieren ir frescas, sofisticadas y con un punto inesperado. Esta temporada, Zara ha afinado el tiro con tres propuestas muy distintas que tienen algo en común: combinan a la perfección con pantalones culotte y alargan visualmente la silueta como si lo hiciera un estilista con varita mágica.

Los nuevos chalecos que están triunfando en la web no apelan al look masculino clásico, ni tampoco al boho de festival. Son piezas con estructura, con gesto, con intención. Chalecos pensados no como acompañantes secundarios, sino como protagonistas del outfit. Lo mejor es que permiten jugar con proporciones, tejidos y códigos estéticos sin caer en lo predecible. Y con los pantalones culotte —tan difíciles como adorados—, el chaleco funciona como el contrapunto perfecto: ciñe, define, estiliza. Lo demás es solo actitud y saber combinarlos.

Chaleco Z1975 de Zara 25,95  euros

Chaleco Z1975 de Zara 25,95  euros

Zara

Chaleco Z1975 de Zara 25,95  euros

Hay prendas que no necesitan grandes florituras ni despliegues de tela drapeada para llamar la atención, solo una buena costura y un corte que funcione. Es el caso de este chaleco de mezclilla clara de la línea Z1975 de Zara (25,95 €), que logra actualizar el clásico denim con una silueta entallada y una botonadura ligeramente asimétrica que rompe la simetría sin forzar el gesto. Tiene algo de años 90, algo de mecánica de pasarela y bastante de 'Tía, ¿de dónde es tu chaleco?'. Las costuras vistas y el acabado deslavado le otorgan ese punto lived-in que tanto gusta en verano.

La clave para sacarle partido está en contrastar su informalidad con un pantalón culotte fluido de lino blanco, tipo palazzo recortado. Añade unas sandalias 'hide' planas o unas alpargatas de yute con abalorios de colores en el empeine harán el resto para elevar sutilmente el conjunto. En cuanto a los accesorios, menos es más: un bolso medialuna tipo Diesel, unos pendientes de aro de carey y unas gafas rectangulares de pasta oscura. El efecto será el de una turista con gusto por los básicos bien escogidos. Póntelo con coleta baja, labios nude y mirada definida.

Chaleco cruzado lino de Zara 29,95 euros euros

Chaleco cruzado lino de Zara 29,95 euros euros 

Zara

Chaleco cruzado lino de Zara 29,95 euros 

El segundo chaleco es probablemente el más sofisticado de los tres. Confeccionado en lino oscuro (29,95 €), tiene un corte cruzado que recuerda a la sastrería tradicional, pero llevado al territorio del diseño fresco y funcional. El tejido aporta textura, la asimetría aporta interés visual y el botón oculto interior permite que la pieza abrace el torso de forma muy favorecedora. Es el tipo de prenda que bien podría llevar una editora de moda escandinava en Copenhague o una parisina con gusto por el tailoring ligero.

Combínalo con unos culotte del mismo tono o en un color tostado que respire naturalidad. La clave está en mantener una paleta sobria y trabajar las formas. Apuesta por accesorios depurados: un reloj masculino, un minibolso bordado y unas sandalias de dedo en piel negra. Este look pide peinado limpio (melena pulida o recogido bajo) y gafas de sol ovaladas. Este chaleco perfecto para oficina, afterwork o incluso una reunión informal en la que quieres ir más allá del vestido veraniego de siempre.

Chaleco bordados contraste de Zara 29,95 euros

Chaleco bordados contraste de Zara 29,95 euros 

Zara

Chaleco bordados contraste de Zara 29,95 euros 

Zara tiene la capacidad de convertir un chaleco de inspiración étnica en un objeto de deseo sin caer en la caricatura. Este modelo en blanco con bordados negros (29,95 €) parece salido de un mercadillo del sur de Francia, pero con la limpieza gráfica que solo un buen editor visual sabría aplicar. El bordado no es excesivo, pero sí protagonista. Y el corte —más corto y cuadrado que el denim anterior— convierte esta pieza en una joya para estilismos de alto impacto.

 

¿Cómo combinarlo sin acabar siendo aburrida? Con un culotte negro satinado o incluso uno en popelín blanco con pinzas, dependiendo de si buscas contraste o continuidad. A sus pies, unas sandalias de tiras minimalistas o unos mules con tacón geométrico. En la parte superior, nada: piel al aire, con o sin sujetador, y que hable el bordado. Esta es una de esas piezas que funcionan muy bien con cabello suelto y ondulado, labios cereza y actitud despreocupada. Un look perfecto para una noche de jazz en Menorca o una comida en la terraza de un hotel boutique.