Las bodas de noche son cada vez más numerosas. Lo que comenzó siendo una medida de ahorro y de cierto romanticismo.

Por un lado, el cubierto estaba marcado a un precio menor, cosa que podía animar a los novios con presupuestos más limitados a optar por casarse mirando hacia la puesta de sol. Por otro lado, el encanto de una boda de noche es innegable. La luz de la luna y las estrellas crean un ambiente único que puede potenciarse con algunos complementos, velas, música y unos invitados acordes con el momento del día. Una boda de noche no es una boda de día en muchos aspectos. Esto es lo que necesitas saber para vestir bien para este evento.

Los vestidos son la primera prenda que debes escoger

Una de las primeras piezas que se deben escoger para vestir bien en una boda de noche es el vestido. En este caso hay cierta flexibilidad, es decir, se puede optar por un largo o corto casi a medida. Aunque por protocolo los invitados principales suelen ir de largo, la hora del cóctel puede dar lugar a un vestido corto con ciertas características. Si no te decides por el largo o el corto, el midi está a la última y puede ser un acierto en todos los sentidos. Lo importante de un vestido es que siente bien, la altura y el tallaje son dos elementos que hay que tener en cuenta antes de elegir.El hecho de que sea de noche da opción a resaltar aún más ciertos tejidos, el raso tiene ese aspecto brillante que con la caída del sol se verá aún más brillante. Es importante que no sea blanco, es de mala educación llegar a una boda con un vestido blanco, salvo algunas excepciones. Las bodas ibicencas son una realidad, especialmente en verano y cerca de la playa, en ese caso el blanco está permitido y es obligatorio. Con un tejido de raso o mate, el siguiente paso será el estampado. Elige estampados que sean pequeños o muy llamativos. No hay término medio o se buscan prendas que llamen más la atención o menos. En general las personas altas o anchas pueden optar por un estampado más grande, en cambio a las pequeñas se les recomienda un fondo más discreto. Los colores serán el otro gran elemento que marcará el vestido, la pieza fundamental de esta boda. Opta por colores no muy chillones, en una boda el azul, malva, naranja, lila, rosa o verde, siempre que no sean muy llamativos se pueden llevar. En ese aspecto los gustos de cada persona son los que hacen decantarse por uno u otro color. El negro no es una opción si es monocromático, pero puede ser un fondo para añadirle determinados complementos.

Los zapatos en una boda de noche son el siguiente paso

Una vez tenemos listo el vestido, nos ponemos manos a la obra en la elección del zapato. Llegados a este punto debemos hay que tener en cuenta algunos factores. Las bodas de noche suelen estar enfocadas a los cócteles de pie y al baile. Para no perder elegancia y no sufrir daño alguno en los pies hay tres opciones. Los peep toes tienen una plataforma bastante alta que asegura que el pie esté en alto sin sufrir demasiado. Son unos buenos aliados sin renunciar a los tacones bonitos. El pie no se cansa tanto porque mantiene una posición cómoda y el baile estará asegurado, aunque sin forzar demasiado, la altura es la misma que en unos zapatos con tacón convencional o incluso más.Los tacones cuadrados son muy estables. Un tacón un poco más ancho proporciona mucha estabilidad y es un básico de cualquier armario. Unas sandalias que sean capaces de completar el vestido es una buena opción. Los tacones decorados son una manera de que sea el pie igual de bonito sin perder estabilidad. Lleva unos zapatos de recambio u opta por unas bailarinas. La opción de usar unas bailarinas planas es perfecta si vamos con niños o nos gusta movernos cómodamente sin estar acostumbradas a tacones altos. Hay piezas preciosas especiales para destacar sin necesidad de subirse en unos tacones.

En las bodas de noche es imprescindible un complemento

Los chales, las toreras o las chaquetas son un básico de una boda de noche. No se puede olvidar que la mayor son al aire libre y que en algunas ocasiones puede hacer un poco de frío. Para sentirnos mucho mejor nada mejor que llevar un complemento básico, el chal en el caso de que queramos taparnos un poco o una torera o chaqueta si sabemos que puede hacer bastante frío. Este tipo de pieza nos asegurará una experiencia completa con todo lo necesario para no perder ningún detalle de un momento tan importante en la vida de un familiar o amigo. Es más probable sentir frío de noche que de día, la temperatura puede variar en varios grados centígrados por los que es importante estar preparada. El bolso nunca cambiará. Este elemento es el que siempre se mantiene estable, no importa la boda que sea, una cartera de mano es un básico imprescindible en una boda. El color, la textura y los matices dependerán del vestido y de los zapatos, es importante que encaje con el conjunto. Invertir en un bolso y unos zapatos nos asegura poder usarlos en otro momento o boda. Las joyas y accesorios son a gusto de cada uno. Hay personas que nunca se cambian las joyas y otras que quieren incluirlas en el look. La bisutería abre todo un abanico de posibilidades que no se deben perder de vista. Los colores, los brillos y la elegancia del acabado final dependerá en gran medida de estas piezas. Con todo listo, solo queda empezar a preparar un momento especial e inolvidable, una boda de noche que supondrá un antes y un después en la vida de un familiar, conocido o amigo. Busca siempre el conjunto con el que te sientas cómoda y seguro que destacas.