Terelu se moja por primera vez sobre cómo está viviendo el romance de su hija, Alejandra Rubio, y Carlo Costanzia

Terelu Campos (58 años) se ha sentado en un plató para abrirse en canal. Y es que eran muchos los que querían saber su verdadera opinión acerca de la nueva relación de su hija, Alejandra Rubio (23 años), con Carlo Costanzia (31 años). Aunque en un principio trataba de mantenerse al margen, tras la segunda portada consecutiva de la revista SEMANA ha dado un paso al frente. Esta vez no ha querido maquillar sus palabras, de hecho, ha reconocido que le está resultando muy difícil esta situación. "Está siendo muy complicado (...) Nunca es una situación cómoda para nadie", espeta. 

Terelu Campos sobre su hija: "No la soltaré de la mano nunca"

"He dicho que la vida de Alejandra solo le pertenece a ella, que yo sea su madre no me da derecho a nada, nada más que a cuidarla, quererla y no soltarle la mano nunca", ha comenzado diciendo en 'Mañaneros', donde ha dejado claro que era conocedora del romance de su hija. No hay secretos entre ellas, aunque eso no quita que le resulte impactante ver a Alejandra besándose con el hijo de Mar Flores. Convertidos ahora en la pareja más buscada del momento, las reacciones de ambos y de su entorno no han dejado indiferente a nadie. 

Unas fotos que te mostramos en este medio y a las que han seguido otras imágenes exclusivas de ambos. En concreto, la otra cita secreta de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia en Madrid, donde no dejaron de dedicarse gestos de cariño. Entonces, no se sentían observados, pues fueron tomadas justo antes de que coparan titulares y todo el mundo supiera de su historia de amor. Mucho más sosegados y sin miedo alguno a ser vistos, Carlo y Alejandra se dejaron llevar en sus primeras citas, actitud que nada tiene que ver a la actual. 

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Terelu reconoce que no tiene secretos con su hija

"Yo tengo una relación diaria con mi hija y con eso te estoy contestando, evidentemente no tengo secretos con ella ni ella los tiene conmigo. Uno sabe en el medio en el que trabaja y las consecuencias que tiene por ello", explica en el programa de Televisión Española. Es consciente del interés que suscita el universo Campos, mucho más si se entremezcla con el de Mar Flores. Una expectación que podría estar jugando una mala pasada a Alejandra Rubio, que se está viendo sobrepasada por la polémica.

¿Lo que más le duele? Sin ninguna duda "verla sufrir". "Verla desbordada en muchos momentos. Uno conoce a sus hijos, cuando veo que Alejandra se ríe del miedo que tiene en ese momento, le da la risa tonta que le pasa a muchas personas", continúa. Situación en la que trata de acompañarle y en la que, por supuesto, no le juzga. Ni a él ni tampoco a lo que se está fraguando entre ellos. "Ni juzgo a mi hija ni acoto a mi hija porque a mí no me lo han hecho. Con 18 años se fue a vivir sola, me dejó tirada, se mantiene desde los 18 años, quien soy yo para decirle quién tiene que gustarle".

Ella, por el momento, prefiere no poner nombre a esta relación que está naciendo, prueba de ello, que incluso pida cautela. Aunque ha conocido a otros novios de Alejandra como Álvaro Lobo, DJ que ahora triunfa en Dubái, no parece que todavía se haya sentado con Carlo.

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Mucho menos que hayan compartido mesa y mantel. "Hay momentos en los que es muy difícil etiquetar, te ves dos veces con un señor y te preguntan ¿Cómo se llama esto? Y es que no se llama nada (...) A los novios de Alejandra se le han conocido a todos, a Lobo, Carlos... a los que son novios se les ha conocido, ¿qué es la relación entre Carlo y Alejandra? el tiempo tendrá que decirlo", comenta Terelu. 

Ninguno, por el momento, cierra la puerta a lo que pueda suceder entre ellos. Intentan dejar de lado todas las polémicas que arrastran desde hace días, siendo la más sonada la de la ex de Carlo Costanzia. "El lunes a las tres de la tarde él me estaba diciendo que era yo la única a la que iba a querer siempre, que me iba a guardar en un lugar en donde me merezco que es su alma y que lo único que quería era crecer conmigo", aseguró en televisión. Pocos días después fue Carlo Costanzia quien reaccionó a sus incendiarias palabras: "Si tuviera que llorar yo... llenaría los embalses, vamos".