Juanra Bonet está de moda en la pequeña pantalla: presenta semanalmente el reality ‘Traitors’ en Antena 3, conduce la nueva temporada de ‘Quién Quiere ser millonario’ y, además, esta noche visita ‘El Hormiguero’ de Pablo Motos. Sin embargo, consciente de que la vida ante las cámaras puede ser efímera, el comunicador ha decidido diversificar sus inversiones fuera de la pequeña pantalla.
Un cocinero como socio
El presentador barcelonés, de 50 años, se ha embarcado en varios proyectos que nada tienen que ver con el mundo de la farandula. Uno de los más sorprendentes es una empresa de elaboración de comidas y platos preparados que fundó en 2019 bajo el paraguas de una sociedad llamada ‘Cocina Perezosa SL’.
Se trata de un proyecto en el que ha contado con la colaboración del cocinero Alberto Gozalo, antiguo chef del Hotel Puerta de América de Madrid. Junto a él también formó tándem en un emblemático local de Malasaña que, durante un tiempo, fue el epicentro de la movida cultural de la zona centro de Madrid. Se trataba de la Taberna Agrado, ubicada en la calle de la Ballesta.
El local ya está cerrado pero en las redes sociales se mantiene el legado de la fama que cosechó durante sus años de actividad. Presentadores, actores, cantantes y empresarios, así como rostros célebres del medio como Jaime Cantizano o Víctor Palmero eran habituales del gastrobar.
Actor en restaurantes temáticos y en el parque de atracciones
En sus años mozos, Juanra Bonet ya estuvo vinculado al mundo de la hostelería. Según ha contado en una entrevista radiofónica, antes de convertirse en presentador de éxito trabajó en un restaurante de pollos asados. El comunicador trabajaba en la animación del local y los fines de semana dando vida a uno de los villanos de Indiana Jones. Por cada día que iba a trabajar ganaba 2500 pesetas (15 euros).
En la misma entrevista Bonet también contó que durante sus años jóvenes también dio vida a varios personajes en el pasaje del terror del Parque de Atracciones del Tibidabo, en Barcelona.
Su salto profesional a los medios de comunicación tuvo lugar a finales de los años 90 cuando debutó en la televisión catalana (TV3) en el programa infantil Club Super3 interpretando a Súper Petri, un superhéroe miope que se convirtió en un personaje muy querido por los niños catalanes de la época. Aquel papel le permitió desarrollar sus habilidades como actor y conectar con un público joven, marcando su entrada en el mundo audiovisual. Posteriormente, participó en varias series de la televisión autonómica.
La fama a nivel nacional tardaría unos años en llegar. Su primera gran oportunidad tuvo lugar gracias al programa ‘El club de la Comedia’, donde debutó con éxito como monologuista. Su capacidad para contar historias con un toque irónico lo hicieron destacar y en 2005 se consolidó como reportero del ‘Caiga Quien Caiga’ y posteriormente como presentador de ‘Lo sabe, no lo sabe’ y de ‘Boom’.
Una vida sentimental y familiar muy discreta
Si de algo es celoso Bonet, es de su vida privada, la cual trata de mantener lo más alejada de las cámaras posible. A pesar de su celo, sí ha comentado en alguna ocasión que en 2019 fue padre de una niña llamada Gabriela. "Mi hija todavía no sabe que soy famoso. Y tampoco me paran por la calle, paso bastante desapercibido. Igual debería llevar gorra y gafas oscuras. Así se me vería más", bromea.
Lo que ha mantenido en secreto es la identidad de su pareja, ya que no comparte ninguna foto con ella en sus redes sociales y tampoco se les ha visto juntos -que se sepa- en ninguna ocasión. De manera tangencial contó en el año 2010 que con una antigua pareja se casó en Las Vegas, pero no aportó más detalles sobre aquello. “Nos jugamos 40 dólares en la ruleta y acabamos con 300 apostando solo a números primos. Después encontramos la capilla más kitsch y nos casamos disfrazados. Pero prefiero no decir de qué íbamos. Por mantener un poco el misterio…”, declaró hace tres lustros.
Así es su nuevo programa
Bonet acude al programa de Pablo Motos para promocionar ‘Traitors’, el reality que conduce cada miércoles en Antena 3. Se trata de un concurso en el que 18 concursantes anónimos conviven en el Monasterio de Piedra divididos en dos grupos: los "fieles" y los "traidores", cuya identidad permanece secreta. Los fieles deben descubrir y eliminar a los traidores en cónclaves diarios, mientras que los traidores se reúnen cada noche para "asesinar" a un fiel, intentando pasar desapercibidos.
A través de pruebas de equipo, los participantes acumulan dinero para un premio final y buscan escudos de inmunidad, en un juego psicológico lleno de alianzas, engaños y traiciones que combina elementos de reality, concurso y thriller.