Silvia Jato ha recuperado la felicidad tras la recuperación de su novio, Alberto Fabra, del coronavirus. El político estuvo 16 días en la UCI y ahora ya puede estar junto a sus seres queridos

Silvia Jato ha vuelto a sonreír después de la preocupación que le ha acompañado durante las últimas semanas. Su pareja, Alberto Fabra, ha estado ingresado en la UCI a consecuencia de resultar contagiado de coronavirus. Se temía por su estado, pero poco a poco ha podido recuperar la salud, hasta recibir no solo la alta médica, sino también haber vencido a la temida enfermedad, tal y como ahora confiesa feliz la presentadora ante sus seguidores de Instagram. Un “final feliz”, que Silvia Jato ha querido compartir con sus fans, su familia virtual, quienes le han apoyado cuando hace poco más de un mes anunciaba con angustia su preocupación por su novio, al pensar que su vida corría peligro en la sala de la unidad de cuidados intensivos en la que fue ingresado por culpa del Covia-19.

“Aprovecho este Día de la Madre para dar las gracias a todos los que os habéis preocupado por la salud de Alberto, mi pareja. Ya he recuperado la sonrisa y la quiero compartir con todos los que no me habéis dejado ni un solo minuto. Gracias de corazón. Han sido momentos horribles que han tenido un final feliz gracias a los sanitarios del Hospital General de Castellón”, escribía la presentadora como acompañamiento a una foto en la que muestra lo radiante que se muestra ahora que la incertidumbre, la preocupación y los días de angustia han quedado atrás. Unos momentos complicados de los que ahora solo quedan el recuerdo y la lección aprendida, que ha logrado superar no solo con el amor que siente por el que fuera presidente de la Comunidad Valenciana, sino también por el compromiso y esfuerzo de los profesionales sanitarios que han dado su vida para salvar la de otros muchos.https://www.instagram.com/p/B_t_luciZp4/Silvia Jato sabe perfectamente que es una privilegiada en estos días, dado que su novio, Alberto Fabra, ha recuperado la salud milagrosamente, pero no todos han corrido su suerte. Algo de lo que la presentadora es consciente, motivo por el cual ha querido reservar unas palabras para aquellos que han perdido una familiar, un amigo o un ser querido a consecuencia del coronavirus. “Me sumo al dolor de todas las familias que han perdido a un ser querido y las abrazo en la distancia. Gracias, también a la sanidad madrileña por haber estado pendiente de mí. Son ellos, todos los profesionales sanitarios, los que demuestran que sus profesiones son vocacionales, nadie como ellos. Así que, a las que son madres, feliz día de esfuerzo y sacrificio. ¡Gracias a todos!”, agradece y felicita Silvia Jato.

Los días de angustia de Silvia Jato

Silvia Jato ahora se muestra feliz y optimista, pero hace unas semanas atrás no era así. Alberto Fabra, su novio, ingresaba en el Hospital General de Castellón al tener síntomas del coronavirus. Finalmente, tras la sospecha, llegó la confirmación de que era portador, pera más tarde ver cómo los síntomas empeoraban de tal manera, que le obligaron a permanecer varios días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. En total, 16 días de lucha por parte del político y preocupación para su familia, amigos y la propia Silvia Jato, con la que mantiene una relación desde hace ya más de cuatro años, aunque tratando de no hacer demasiado ruido.

silvia jato y Alberto Fabra

Silvia Jato y Alberto Fabra han querido mantener su romance en un discreto segundo plano, aunque no han tenido reparos en mostrarse en actitud cariñosa por las calles de Madrid, así como en numerosos actos públicos en los que sabían que la prensa estaba convocada. No hacían alarde de su historia de amor, pero tampoco estaban dispuestos a esconderla. Lo mismo sucedió con las anteriores relaciones de la presentadora, como la que mantuvo con el piloto Eduardo San Román, padre de sus tres hijos, del que se separó de manera inesperada tras muchos años de matrimonio.Después, Silvia Jato quiso darle una nueva oportunidad al amor y creyó que el magistrado Enrique López era su hombre. El romance no cuajó, pero parece que la estabilidad le ha llegado al fin en brazos del político Alberto Fabra, con el que después de cuatro años de relación y la prueba de fuego que ha supuesto pensar que le perdía por el coronavirus, ahora viven una nueva juventud de la que seguro sacarán buen provecho.