Rigoberta Bandini y su equipo pensaron que el mejor día para lanzar el videoclip de 'Ay, mamá' era en el Día de la Madre en España. Dicho y hecho, pues este domingo 1 de mayo vio la luz un trabajo audiovisual cargado de mensajes y fantasía en diferentes plataformas. Sin embargo, su estreno ha estado repleto de polémica y es que una trabajadora que iba a aparecer en este proyecto ha denunciado 'censura'. Al parecer en el montaje final se prescindió de las imágenes de seis mujeres que mostraban su pecho delante de las cámaras, lo cual ha chocado en la red, ya que el mensaje de la canción es: ¿A quién dan miedo nuestras tetas?'."Quiero contar mi experiencia y la de compañeras mías trabajando en el videoclip de Ay Mamá de Rigoberta Bandini. No lo hago para crear odio hacia ella. Pero me parece importante exponer que a veces las cosas no están cambiando tanto como nos hacen ver. Hace meses se pusieron en contacto conmigo y con compañeras activistas feministas para formar parte del videoclip de 'Ay Mamá'. Querían grabar escenas en las que enseñáramos nuestros pechos para luchar contra la censura tanto con la letra de la canción como con el videoclip. Como tanto mis compañeras como yo hemos hecho algunas sesiones de fotos de desnudo reivindicativo y nos sentimos cómodas en este ámbito, aceptamos la propuesta y así lo hicimos: estuvimos en el estudio una tarde completa junto a todo el equipo de grabación del videoclip", dice Nazareth Dos Santos. Orgullosas y satisfechas con que, por fin, alguien se atreviera a luchar contra la censura, aceptaron, sin imaginar que días antes del lanzamiento del videoclip alguien les llamaría para decir que no tenían lugar en él.

Rigoberta
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"Nos grabaron un gran número de escenas preciosas: pechos grandes, pequeños. Unos más caídos que otros. Estrías, cicatrices, pezones pequeños, medianos, grandes. Mujeres racializadas, mujeres con un solo pecho. Mujeres jóvenes y mujeres maduras. En resumen: diversidad y realidad. Salimos del rodaje encantadas con la increíble sensación de que por fin estaban cambiando las cosas, y grandes proyectos audiovisuales empezaban a crear de una manera más inclusiva y consciente, sin miedo a la censura y sin miedo a las mujeres reales. Pero todo se desmoronó. Cuatro días antes del estreno, nos avisan de que finalmente los pechos no saldrán en el videoclip. ¿Por qué? Al director no le encajan. ¿Qué irónico no? Un hombre decide que los pechos y su diversidad no encajan en una canción que dice «no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas", continúa Nazareth en la red social del pajarito, donde ha expresado su enfado públicamente. Esta joven considera que el director ha priorizado el impacto del videoclip en vez del mensaje de 'Ay, mamá', lo que ha terminado por decepcionarla tanto a ella como al resto de mujeres que hicieron el casting. "En resumen, quería un video bonito pero que no pique demasiado, no vaya a ser que moleste de verdad. Pero qué quieres que te diga, si eres capaz de que una cara gigante de Mark Zuckerberg hecha en 3D regulero encaje en el videoclip, si quieres y te apetece y empatizas, puedes hacer que escenas de pechos reales encajen en una canción que habla del miedo a los pechos reales. Si a un director no le encajan unos pechos, la culpa no la tiene Marc Z, la tiene el director mismo y nadie más", asegura. Ella insiste en que en un principio se dio por hecho que estas imágenes sí verían la luz, no obstante, in extremis decidieron lo contrario. "Contactaron con nosotras para grabar unas escenas que SÍ iban a salir. Si desde el primer momento nos dicen que las escenas podían salir o no, nos hubiéramos cuestionado si merecía la pena exponernos delante de un equipo que, para nuestra sorpresa, estaba formado solo por hombres".

Tras divisar el vídeo que ya cuenta con casi 400.000 visualizaciones en Youtube, ella y sus compañeras llegan a una conclusión: les ha faltado valentía. Haciendo varios guiños a la letra de la canción y poniendo en duda el mensaje que pretenden transmitir con ella, Nazareth considera que no están dando ejemplo, sino todo lo contrario. "No sienta bien que te desnudes por un mensaje y al final no encajes, te echen del mensaje. Cuesta creer que un videoclip admita láseres en los pechos, pero pechos cicatrizados no. Que admita pechos de obras de arte, pero que los pechos reales no sean dignos de salir en obras de arte llamadas videoclips. Delacroix tuvo más agallas, la verdad. En fin, doy gracias a las seis mujeres que ese día enseñamos los pechos y nos apoyamos con miradas, sonrisas y ánimos durante toda la tarde. Estamos haciendo las cosas bien, chicas, que nadie nos tape, ni los pechos, ni nuestras voces, ni nuestro mensaje. No sé por qué acabaron dando tanto miedo nuestras tetas", finaliza.