Guillermo de Holanda: duras críticas por su afición a la caza

Desde el pasado 14 de septiembre, el parque Kroondomein Het Loo de Holanda está cerrado al público. Cada año por estas fechas y hasta finales de diciembre el Gobierno clausura este espacio natural en una decisión que cada vez más enfada a los holandeses. ¿El motivo? Que se convierta en el coto de caza de su rey, Guillermo de Orange.

Un regalo de la princesa Wilhelmina

Para que el monarca pudiera disfrutar de su mayor hobby sin poner en peligro la integridad física de cualquier visitante, el Estado acordó con la Casa Real el cierre de este parque que en 1959 donó al Estado la princesa Wilhelmina. Eso sí, el "usufructo completo" debía ser para el portador de la Corona y en base a esta condición el Kroondomein Het Loo cierra cada año pese al creciente malestar que provoca en los holandeses.

Encendido debate social

Sin embargo, esta decisión podría tener las horas contadas. A pesar de que tradicionalmente se han respetado los deseos de Guillermo, ahora se ha llevado esta cuestión a la Cámara de Representantes y el encendido debate social que hay en las calles está presionando a los diputados para que se decida si debe seguir cerrándose o no este parque subvencionado con fondos públicos. Si se aprobara la apertura indefinida del mismo, sin interrupciones, se terminaría con la tradición del rey de cazar en los meses de otoño en lo que él mismo denomina como "la fiesta de los animales".

Un caso muy parecido al español

Las críticas que desde hace varios años recaen en Guillermo con motivo de su afición cinegética recuerdan a la crisis de popularidad sufrida en 2012 por la corona española. Unas fotos del monarca cazando elefantes en Botswana cuando la crisis económica azotaba con fuerza el país no solo provocaron las disculpas públicas del rey Juan Carlos I, sino que, de algún modo, fueron el desencadenante de su abdicación dos años más tarde.