Reino Unido, look 6: Una Reina sexy que brilla con impresionantes zafiros

Segunda cena de gala en esta Visita y esta vez es en el Guildhall, es decir, el Ayuntamiento de la City, el corazón financiero de Londres. El Lord Mayor, que es el Alcalde la Corporación, ha honrado a Felipe y Letizia con toda la pompa y circunstancia. Buena prueba de ello es que para esta cena había que acudir vestido de frac los caballeros, y de largo y con tiara, preferentemente, las damas. A esta cita han asistido unos 700 invitados, la mayoría del mundo financiero y comercial, pero también militares, aristócratas (hemos visto al Duque de Alba), gente de la Cultura, e incluso algunos compañeros de prensa... La Princesa Ana y su marido han sido los representantes de la Casa Real británica.

Si ayer la Reina conquistó en rojo, esta noche lo ha hecho justo en el lado opuesto, podríamos decir, de azul. De un color caliente a un color frío, pero sin perder temperatura en cualquier caso. 

Para ello ha contado con un precioso vestido de... ¡Carolina Herrera! Con escote asimétrico, una especie de falso barco, con un hombro en su sitio y el otro caído. El efecto es sexy a la par que elegante. Este es un escote que da majestad y resulta moderno. Letizia lo ha descubierto. El tejido, con un bonito peso, favorece su figura y la marca sutilmente sin ajustar. Y bien mirado, la confección es estupenda, con ese leve drapeado lateral y una pequeña cola...Ya sé que habíamos dicho que era de Armani, y que hubiera sido la tercera vez que recurría al diseñador italiano, y con éxito, después del traje blanco de su pedida de mano, en 2003, y el vestido negro con toque oriental que lució en Japón, el pasado abril. Pero desde Puig nos han hecho llegar una nota confirmando que es suyo. Me parece que aquí podría haber lío, y es que el diseño de Armani es casi igual. ¿?

Y vamos a lo potente: las joyas. ¡Sí, otra tiara! Qué gusto da ver las grandes piezas del joyero real. Están para lucirlas, y qué mejor ocasión. Para esta noche, la Reina ha optado por la tiara floral, una de sus preferidas a juzgar por las veces que se la ha puesto. Sin ir más lejos, ya se la llevó a la Visita de Estado a Japón para cenar con los Emperadores. Dos han brillado en este viaje.

Pero y ¿esos pendientazos? ¡¿Whaaaatttt?! Nuevos. No me suenan del joyero de la Reina Sofía... Ya os digo que no puedo pararme mucho estos días. Lo que sí son es una maravilla y con diseño contundente y original. Muchos comentáis que podrían tratarse de piezas adquiridas en el viaje que hizo el Rey a Dubái. Podría ser, pues tienen aires ciertamente orientales.

Desde luego, son dos piezas impresionantes por la largura y las piedras, cuatro zafiros y brillantes. No sé lo que pesarán, pero seguro que hay que tener aguante para colgárselas...

El peinado ha sido otro moño, pero algo más actual que el de ayer, regresando a su pasión por los trenzados. Con raya al lado y sueltecito, le queda de perlas. Y el entramado de trenzas sujetaba sin temor a incómodos movimientos la diadema de diamantes.

Y no me olvido de las pulseras gemelas de Cartier, que esta vez sí, han sido las dos hermanas juntitas las que han lucido en su muñeca, por encima de una cartera azul de Felipe Varela. Ni del broche prendido en su banda de honor: el de la Flor de Lis, que pertenece a su corona de Ansorena, la que le regaló su marido por su quinto aniversario de boda. Perfecto: hay que presumir de borbonidad. Mucha artillería.Y así, con una enorme sonrisa, como esta de Letizia con Lord Mayor, me despido por esta noche. Tradición y modernidad se han juntado y han hecho un buen negocio. ¿Estáis de acuerdo?