Nacho Taboada se desplaza hasta el hospital para estar junto a Sara Carbonero

Sara Carbonero tuvo que ser operada de urgencia este pasado lunes tras una revisión médica. Su novio, Nacho Taboada, está junto a ella

Sara Carbonero permanece ingresada en la Clínica Universitaria de Navarra después de tener que ser operada de manera urgente tras una revisión médica. Su madre, Goyi Arévalo, es quien está junto a la periodista en el centro médico y no se separa de ella tras este nuevo revés de salud. Pero no es la única. Además de su hermana, Irene Carbonero, y su íntima amiga, Isabel Jiménez, es su actual pareja, Nacho Taboada, quien también está junto a la presentadora en estos momentos tan delicados. Tal y como ha podido saber SEMANA, el músico se ha desplazado hasta la clínica para visitar y estar junto a su novia tras su operación.

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Isabel Jiménez da la última hora sobre el estado de salud de Sara Carbonero tras su operación

La periodista fue operada este lunes 21 de noviembre. A pesar de que en un principio tan solo acudió a una revisión médica, sus médicos vieron que algo no estaba según lo previsto y decidieron que pasara por quirófano. Sara Carbonero tuvo que ser operada hace tres años de un cáncer de ovarios. Este nuevo bache de salud, llega en un momento clave de su vida, cuando está viviendo su historia de amor con Nacho Taboada. A pesar de que ella siempre se ha mantenido muy discreta en cuanto a su vida íntima, la pareja ya no se esconde.

Nacho Taboada no esconde su amor por Sara Carbonero

De hecho, coincidiendo con su 36 cumpleaños el pasado mes de octubre, Nacho Taboada compartió la primera instantánea de Sara Carbonero en su perfil de Instagram, gritando así su amor a los cuatro vientos. El artista compartió una imagen de Sara sentada frente a la Ópera de Copenhague, ciudad a la que se desplazaron juntos para celebrar una nueva vuelta al sol del cantante. "Y ahora, más que hacernos adultos, nos vamos deshabituando a ser jóvenes. Así vamos dándole vueltas al sol sintiendo mucha gratitud por dentro. La gratitud se proyecta. Nos impulsa a hacer el bien y desearlo para los demás. Es un deseo de compartir y de buscar el encuentro. Parafraseando a Vetusta Morla, no llovió finalmente en el canal de Copenhague pero la corriente sí que nos enseñó el camino hacia el mar", escribió junto a la foto.