Cuando Paula Echevarría y David Bustamante anunciaron su separación, que no divorcio, en el mes de abril del pasado 2017, parecía que entre ellos todo era formalidad, buen entendimiento y sonrisas. Probablemente así lo querían por el bien de su hija Daniella. Pero no ha podido ser.
Casi un año después nada queda de esas buenas intenciones. Donde hubo sonrisas queda silencio y donde hubo cordialidad se han instalado los desencuentros. En el festival de teatro de Navidad de la pequeña ni siquiera se dirigieron la palabra. Nadie sabía el motivo de esta tensión. Aunque posteriormente, se les vio juntos en muy buenos términos en la cabalgata de Reyes.
Ahora, el digital Look ha desvelado que, al parecer, no es otro que la casa familiar. El inmueble de Villafranca del Castillo pertenece en un 80% a David y en un 20% a Paula. A pesar de ello ha sido la actriz la que ha continuado viviendo allí tras romper su matrimonio, mientras David se ha instalado en un ático de alquiler en Pozuelo. Y esto es precisamente lo que ha generado el malestar. David, según la publicación, querría vender la casa de manera inmediata, repartir las ganancias y que cada uno continúe con su vida.
Sin embargo, Paula, que, al parecer, se ha comprado un terreno para construirse una vivienda a su gusto, quiere vivir en el chalet de Villafranca hasta tenerla acabada, lo que puede dilatarse mucho en el tiempo. Bustamante no está dispuesto a esperar. De manera que, aunque la actriz en la celebración de su 40 cumpleaños lo negó tajantemente, pues puede que entonces aún no fuera un motivo de conflicto, ahora lo cierto es que la decisión de qué hacer con la que ha sido la casa familiar durante más de diez años es lo que habría logrado hacer saltar por los aires todas las intenciones de ser un ex matrimonio ejemplar.
Un año después
Cuando anunciaron su separación abril de 2017, parecía que entre ellos todo era formalidad, buen entendimiento y sonrisas. Probablemente así lo querían por el bien de su hija Daniella. Pero no ha podido ser.
Se acabó la cordialidad
Casi un año después nada queda de esas buenas intenciones. Donde hubo sonrisas queda silencio y donde hubo cordialidad se han instalado los desencuentros.
El motivo de la disputa
El inmueble de Villafranca del Castillo pertenece en un 80% a David y en un 20% a Paula. A pesar de ello ha sido la actriz la que ha continuado viviendo allí tras romper su matrimonio.
Nueva situación
David se ha instalado en un ático de alquiler en Pozuelo. Y esto es precisamente lo que ha generado el malestar.
Quiere vender
David quiere vender la casa de manera inmediata, repartir las ganancias y que cada uno continúe con su vida.
Paula quiere esperar
Paula, que se ha comprado un terreno para construirse una vivienda a su gusto, quiere vivir en el chalet de Villafranca hasta tenerla acabada, lo que puede dilatarse mucho en el tiempo. Bustamante no está dispuesto a esperar.
La casa, el motivo real del conflicto
Aunque la actriz en la celebración de su 40 cumpleaños lo negó tajantemente, lo cierto es que la decisión de qué hacer con la que ha sido la casa familiar durante más de diez años es lo que ha logrado hacer saltar por los aires todas las intenciones de ser un ex matrimonio ejemplar.
Pasan cosas…
Ahora se hace más cierto que nunca eso de “en mi casa pasan cosas”. ¿Llegaran a un acuerdo con el inmueble y se restaurará la paz entre ellos? ¿O la venta de la casa habrá abierto una brecha incurable en el otrora feliz matrimonio? Solo el tiempo traerá respuestas, porque a día de hoy, probablemente, ni ellos mismos lo sepan.